AS (Levante)

Vuelta al chasco

Al Madrid le faltaron gol y apetito ● Deslumbran­te Gerard Moreno ● Pinchó Bale como nueve

- LUIS NIETO

ElMadrid de la recuperaci­ón dio paso en Cornellà a un equipo desaliñado, casi inapetente. Cristiano es, a menudo, enmascarad­or de carencias. Marca, en ocasiones torrencial­mente, y contagia. Sin él y con seis suplentes, el Madrid regresó a sus fechorías de la primera vuelta. A ese banquillo menguante no pareció importarle. A Bale, que huele a suplente en el Parque de los Príncipes, tampoco. El galés y el equipo pasaron la noche en blanco. Una noche que fue de Gerard Moreno, ángel exterminad­or de un Madrid ciclotímic­o.

Decretadas la operación triunfo en el Madrid, el trastorno depresivo en el Espanyol y la alerta amarilla por una ola de frío siberiano en Barcelona, las previsione­s hablaban de nieve y partido spa para el equipo de Zidane. No se dio ni lo uno ni lo otro. El Espanyol encontró siempre dónde cobijarse; con muchas ayudas en defensa, sobrevivió a la primera acometida del Madrid y se aventuró después a la contra con cierto éxito. A Gerard Moreno se le fueron dos antes del descanso: le falló la puntería en un mano a mano y Sánchez Martínez en un remate a placer. Imaginó un fuera de juego. No fue el día del colegiado, que poco después pasaría por alto un penalti por mano de Víctor Sánchez a tiro de Bale. Y sí fue el día de Gerard Moreno, premio a la constancia y a la combativid­ad.

En medio de la controvers­ia quedó un partido en el que el Madrid fue de palo a palo. Zidane se ahorró a Cristiano y a Benzema, exenciones preeuropea­s ambas, y llenó el equipo de ocurrencia­s: Lucas Vázquez, Isco y Asensio. El Madrid que viene. En permanente rotación, le dieron la pelota al Madrid y le buscaron las zapatillas al Espanyol. Por delante quedó Bale, un extremo izquierdo con pretension­es no justificad­as al que fuera de su banda no le ha salido casi nada: no entusiasmó a pierna cambiada, engatusó sin éxito a Benítez como mediapunta y en Cornellà evidenció que le falta colmillo para jugar de nueve. No es jugador anfibio.

El galés perdonó en un cabezazo a dos metros de Diego López y Varane otro a la salida de un córner, en un inicio en el que el Espanyol se vio encarcelad­o por ese Madrid de alta escuela al que le sobra la prestancia y le falta la constancia. Conforme pasaron los minutos el Madrid dejó ver su lado oscuro. Se aburrió de mandar sin premio y fue relajando sus rutinas defensivas de delante hacia atrás. Nacho salió de lateral izquierdo, en partido de aclimataci­ón para París, y se atrevió poco en campo ajeno. Achraf fue el de siempre: un incordio en ataque y un problema en defensa. Pasó el Madrid momentos de apuro, dato para la reflexión con la vista puesta en París, especialme­nte a la vuelta del descanso. Duarte colgó un cabezazo del larguero y Gerard Moreno, que es más de medio Espanyol, mandó una volea y un cabezazo a las manos de Keylor.

El cansancio le quitó elaboració­n al Madrid y precisión a Isco. Su salida a paso de procesión tras el cambio sonó a protesta silenciosa. El banquillo, esta vez, no estimuló a Benzema y lo vio Quique, que decidió que el equipo acabase el partido con tres puntas y rondando el área de Keylor. Definitiva­mente los grandes envalenton­an al Espanyol. El gol de Gerard Moreno probó eso y que hace mucho tiempo el Madrid vive entre la inopia y París.

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 ??  ?? SEIS PARADAS DE DIEGO LÓPEZ. El portero del Espanyol dejó la portería a cero ante sus excompañer­os del Real Madrid.
SEIS PARADAS DE DIEGO LÓPEZ. El portero del Espanyol dejó la portería a cero ante sus excompañer­os del Real Madrid.

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