Con deudas pendientes
Málaga y Barcelona, polos opuestos, necesitan ganar
Hace doce partidos que el Málaga no sabe lo que es ganar. El último triunfo data de dos semanas antes de la Navidad. El 10 de diciembre, con Míchel como preparador, los andaluces vencieron por 0-2 en Anoeta. Desde entonces, una decena de derrotas (seis seguidas) y dos empates. Un drama. La situación no es la mejor para recibir al Barça de Lionel Messi, que tiene una deuda pendiente con La Rosaleda y con el equipo malacitano. Allí, después de un nefasto partido (2-0), los culés dejaron escapar tres puntos que acabaron siendo determinantes para que el Madrid ganase la última Liga. Fue su última derrota en esta competición. Las celebraciones locales ofendieron a los azulgranas, que llegan hoy a la Costa del Sol con ocho puntos de ventaja sobre el Atlético y el deseo de que sean 11.
Valverde va con todo. “Su principal obsesión es ganar LaLiga”, repiten sin cansarse algunos trabajadores de la Ciutat Esportiva. Dembélé, por la derecha, y Coutinho, por la zurda, buscarán más minutos de rodaje y acoplarse más a Messi y a su privilegiado juego. Luis Suárez, por su parte, medirá las fuerzas de una defensa debilitada por la falta de confianza y la cantidad de goles recibidos en lo que va de temporada. El Málaga ha encajado 43 tantos (el que más es el Deportivo, 57), pero las sensaciones mostradas hasta ahora son terribles.
José González ya no sabe qué hacer ni qué tecla tocar. Sólo le queda ampararse a que la estadística, que siempre acaba rompiéndose, se parta en dos y deje algún punto en Málaga. Eso sí, el Barcelona viene con la lección aprendida de su último viaje. Caminando no se ganan partidos y eso lo comprobaron los azulgrana, cuyo regreso del viaje a Las Palmas resultó ser un medio funeral tras el 1-1 final.
Choque de polos opuestos en la clasificación. Líder contra colista, primero contra último. La Rosaleda abre las puertas a un partido con deudas pendientes.
Derrota La Rosaleda fue el último estadio en el que perdieron los culés en Liga