Coches y pilotos luchan contra la altitud en México
Se disputa a 2.000 metros, lo que resta un 30% de potencia a los motores y fatiga a los conductores
No son los 4.000 metros que se llegan a alcanzar en el Dakar, pero en el Rally de México también se lucha contra el mal de altura. Sus tramos están ubicados por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, lo que pone a prueba a coches y pilotos. Las mecánicas pierden un 30% de potencia y los conductores se ven sometidos a una mayor fatiga por la falta de oxígeno y temperaturas que llegan a superar los 30 grados.
La cita es un quebradero de cabeza para los ingenieros de motores.
“Sin ninguna duda, México es uno de los eventos más difíciles para nosotros”, señalan desde el departamento técnico de Hyundai. “En primer lugar, la disminución de la presión atmosférica significa que tenemos menos oxígeno, lo que causa efectos negativos en el rendimiento. El segundo efecto es que los motores pueden empezar a tener problemas de refrigeración,
que pueden acarrear efectos muy perjudiciales en el vehículo durante el rally”.
La formación de Dani Sordo estrenó el pasado año un nuevo banco de pruebas que simula
las condiciones de altura. “Podemos crear un vacío de baja presión ambiental, por lo que podemos simular las condiciones del rally a 3.000 metros, y los efectos que esto conlleva en el motor. También podemos alterar la temperatura ambiente de las instalaciones para preparar rallys que se llevan a cabo a temperaturas muy bajas o muy altas”, explican.
Para verificar que todo este trabajo en el banco es correcto también se desplazan a Sierra Nevada con un camión equipado con rodillos, en el que prueban el coche en altitud.
Hyundai realizó su test de preparación en Cataluña y el resto en Almería. En el caso de Ford,
Ogier no pudo completar los entrenamientos por culpa de las nevadas.
Hyundai
“México es uno de los eventos más difíciles para nosotros”