Ben Yedder tenía un sueño
El francés hizo un doblete histórico ● El Sevilla, en cuartos 60 años después ● El 0-2 fue concedido gracias a la tecnología de gol ● Excepcional Rico
Dijo Andy Warhol: “En el futuro, todos serán famosos mundialmente 15 minutos”. A Ben Yedder le sobraron diez. La preciosa combinación Vázquez-Banega-Sarabia-Ben Yedder que dio origen al 0-1 ya forma parte de los libros de historia del Sevilla, que atravesó otra puerta prohibida y se coló anoche en los cuartos de final de la vieja Copa de Europa, hoy Champions. Lo hizo 60 años después, en un escenario de la liturgia y la grandeza de Old Trafford. Era Ben Yedder quien había tenido un sueño. Esperar su oportunidad en el banquillo, marcar dos minutos después de salir y volverlo hacer un momentito después con un cabezazo que salvó, bravo, la tecnología de gol.
El Sevilla, equipo que se ha ganado fama en las últimas dos décadas con títulos y fotos imposibles como la de Palop haciendo un gol en Donetsk sobre la hora, cruzó un nuevo umbral. Con menos talonario pero más ganas de fútbol, no especuló. Quiso el gol en Nervión y quiso el gol y perseveró en el Teatro de los Sueños. Y es equipo de cuartos por ley. Y si lo consiguió en el sitio más bello para soñar, quién le puede poner límites a esta nueva historia memorable del Sevilla Fútbol Club.
Fue un partido sufrido, claro que sí. La primera parte se repartió por franjas. El United dominó el inicio gracias a la intimidación de Lukaku, pero el Sevilla se calmó con el balón. Mudo, uno de los jugadores que mejor gira y se orienta, entró en calor y Correa apareció por el medio para asociarse bien con Muriel. Del Sevilla, en el que Montella no hizo ningún experimento pese a los rumores (Escudero lateral izquierdo) fue el periodo entre los minutos 10 y 30. Nzonzi, imperial, barrió todo lo que se movía y el United dudó. Mourinho sacó artillería: Alexis, Rashford, Lindgard y Lukaku. Pero se olvidó de un eslabón como Mata para unirlo. Es el United un equipo primitivo aunque, eso sí, de un físico demoledor. Sergio Rico apareció como un ángel para hacer un paradón a zurdazo de Fellaini después de una pérdida imperdonable de Banega. El partido se fue al descanso 0-0 con una incógnita. Si el Sevilla podría aguantar el tirón físico del United.
Había llegado el momento de sufrir. Rico empezó a devolverle a De Gea las paradas de la ida y sacó otra mano gigantesca después de una fabulosa media vuelta de Lindgard. El partido tuvo un minuto de infarto, con Lenglet salvando un punterazo de Alexis y Correa malgastando un contragolpe. Pareció que si el Sevilla tenía que pasar, sería agónico. Y, sin embargo, resultó bellísimo. La acción del 0-1, por sencilla, fue insuperable. Juego a dos toques y un ratón, Ben Yedder, en los cielos. “Oh Ben Yedder, oh Ben Yedder, todos queremos que
marque Ben Yedder”, le cantaron los 2.500 sevillistas que estaban en Old Trafford con la inolvidable melodía que celebraba los goles de Kanouté. Otra vez, ¡otra vez! la magia del Sevilla.