Un signo de debilidad... ¡y de esperanza!
El viaje es una prueba del poder de ‘Ney’ sobre el PSG
En el seno del PSG aseguran que esta visita a Brasil estaba prevista desde hace tiempo y que tiene como único objetivo conocer in situ el “Instituto Neymar” y trabajar en proyectos de la Fundación que lleva el nombre del jugador. Pero nadie en Francia duda de que este viaje tiene otro propósito mucho más importante y mucho más urgente: impedir que la estrella se vaya a final de temporada. De hecho, la portada del Diario As de la semana pasada sobre los 400 millones de euros que el Madrid debería abonar para llevarse al delantero ha tenido mucho impacto en Francia y tanto la Radio RMC como L’Équipe Televisión han organizado tertulias con la misma pregunta: ¿hay que vender a Neymar por esta cantidad?
El hecho de que el presidente del PSG y el director deportivo hayan acudido a casa del crack brasileño está visto como la señal de que el “riesgo de fuga” es grande y como un signo muy claro de la debilidad de una entidad que no se sabe imponer. Y eso a pesar de que el jugador haya firmado un contrato por cinco años y que del otro lado de los Pirineos no existan las cláusulas de rescisión.
Las declaraciones de dos futbolistas muy cercanos a Neymar han asustado a los dirigentes parisinos y a los aficionados. Thiago Silva ha dicho: “Creo que se va a quedar pero tenemos que ver lo que pasa después del Mundial”. Marquinhos ha ido más lejos todavía con su ruego: “Le pido que se quede. Tiene que confiar en nuestro proyecto”. Frases que han encendido las alarmas y, en Francia, mucha gente piensa que el presidente y el director deportivo le han pedido a Neymar su opinión sobre el nombre del futuro entrenador ya que, como es sabido, Unai Emery será despedido en junio pase lo que pase.
Una forma de mimarle y de implicar más al brasileño en el proyecto del club parisino. “Igual que los dirigentes del Barcelona con Messi”, explican los que, por otro lado, piensan que la plana mayor del PSG está haciendo lo mejor para salvar la situación y que todavía existe la esperanza de que Neymar siga en París por lo menos una temporada más.
“Mi hijo tiene futuro en el club parisino”, confesó ayer el padre del jugador. El problema es que nadie en Francia sabe, con esta familia, cuánto tiempo dura “el futuro”.