El Madrid muestra en Milán su cara ganadora
Gran partido de Campazzo: 14 puntos, 5 rebotes y 11 asistencias
El Real Madrid se afianza en una cuarta plaza que le daría el factor pista en el playoff. En el minuto 34 llegó a tener 21 puntos de ventaja (60-81). Tavares arrancó el partido con cuatro tapones en seis minutos. El Armani, sobrado de talento pero mal atrás.
Doctor Jekyll y mister Hyde, Barcelona el domingo y Milán el martes. De un partido en el que se jugaba poco (cuatro triunfos aún de ventaja en la Liga) y le convenía todavía menos (48 horas antes de saltar al ruedo en Italia) a otro en el que le iba una parte de sus opciones europeas. De caer por 22 a ganar por 21 en el minuto 34 sin Doncic pero con Campazzo en su partido cien de blanco (14 puntos, 11 pases y eficaz defensa a Goudelock). Y con un meritorio Ayón tras meses parado.
El Madrid verá el resto de la jornada por la tele, afianzado en la cuarta plaza, la que le daría el factor cancha en el playoff. Si vence el jueves 22 al Zalgiris (antes, el día 20, visita al Valencia) podría permitirse un resbalón en las cuatro jornadas que restan, y probablemente dos. La Euroliga no tolera planes, pero las apuestas al título elevan ya a los de Laso a la tercera posición en los pronósticos, no muy lejos del CSKA y Fenerbahçe.
Hay duelos que obligan a coger una vereda en la que se sabe que el final del camino no traerá nada bueno. Pero en otros el sendero reconforta desde el principio. Y ese fue el caso del Madrid en Milán. Buen nivel defensivo, enorme intimidación con Tavares (4 tapones en los seis primeros minutos), extraordinario control del rebote (ninguno cedido bajo su aro al descanso), varios ataques a campo abierto y un elevadísimo acierto desde la línea de tres (13 de 22; ante el Barça 2 de 20). Uno de esos partidos en los que los blancos “sienten el juego”, como dice Xavi Pascual, que tantas veces lo ha sufrido. El talento del Armani no se discute, pero sí su nivel atrás. Nadie permite más puntos en esta Euroliga: 86 por noche. El Madrid le metió 100 en la ida con Doncic estelar y ayer fueron 88.
De salida, mientras Tavares iba a gorro o tiro modificado por minuto, Carroll le seguía el ritmo en el aro contrario (ocho puntos en ocho). El Real fluía, cómodo en los duelos de fuego a discreción. Randolph, Rudy y hasta un metido Randle se sumaban a la fiesta. También Taylor, con un mate de velocidad y altura y 2 de 2 en triples. Seis jugadores firmaron entre 9 y 15 tantos. La segunda parte fue la de Ayón y el partido entero de Campazzo.