El domingo de los errores
La carrera de MotoGP de
Argentina rozó lo caótico. Un domingo repleto de errores y, curiosamente, de quienes no suelen cometerlos. Nada acertados estuvieron los responsables deportivos de la competición, primero por adulterar el procedimiento de salida perjudicando sin duda a Jack Miller (fue el único que decidió arriesgarse con neumáticos lisos y su valentía no le sirvió de nada), a continuación permitiendo a Marc Márquez realizar una maniobra totalmente irregular en la parrilla y, por último, ni siquiera investigando una acción muy discutible de Johann Zarco que provocó la caída de Dani
Pedrosa. Todo un cúmulo de despropósitos impropios de una Dirección de Carrera de tanta profesionalidad. Y precisamente Márquez ha sido el otro protagonista irreconocible en Termas de Río Hondo.
El ilerdense quizá arrancó sobrepasado por la tensión después de sus problemas en la salida, y la cosa empeoró más cuando le sancionaron por ella. Desde ese instante pilotó de forma precipitada e incluso peligrosa, arrollando primero a Aleix Espargaró y después a Valentino Rossi. En condiciones normales hubiera sido el favorito claro a la victoria y lo demostró con su ritmo, pero una vez que la situación se complicó tantísimo debió contar hasta diez, respirar hondo, poner en perspectiva su actuación y tener en cuenta que se trataba sólo de la segunda cita del Mundial, que queda mucho por delante y que, en consecuencia, cualquier botín de puntos era valioso. Marc es de sangre caliente, lo sabemos, pero está vez las ganas le superaron y lo ha pagado además con polémica.