Marcelino Maté “Nunca me presentaré a la RFEF; no estoy capacitado”

Dará la Copa “Tendría ilusión si la Federación estuviera en otra situación”

Elecciones “Que llegue ya el 17 de mayo; si no me he ido es por ser responsable”

Con Villar suspendido tras 29 años en el cargo y con la dimisión de Larrea para presentarse a las elecciones, el vicepresidente Marcelino Maté (Burgos, 1960) representará a la Federación en el Wanda, se situará junto al Rey y entregará la Copa. Poco amigo de las entrevistas, atiende a As.

Con Villar destituido y suspendido y con Larrea dimitido de cara a las elecciones del 17 de mayo, usted representará a la RFEF en la final de Copa. ¿Es una ilusión o un mal trago? —Es una responsabilidad más que un marrón o una ilusión. Ilusión sería si la Federación estuviera en otra situación.

—¿Le fastidia que su estreno pueda coincidir con una más que probable pitada al Himno? —Todos vamos a respetar a las instituciones y vamos a tener un comportamiento adecuado para presenciar un bonito partido.

—Los aficionados no le conocerán cuando le vean junto a Felipe VI. Preséntese: ¿cómo y cuándo apareció en el fútbol? —Comencé hace cerca de 40 años. Empezaba a jugar y era secretario de mi equipo en Burgos. Ya colaboraba con la Federación. A finales de los 80, me integré en la Federación de Castilla y León. Con la llegada de Villar a la Española ya empecé a colaborar con la liga de fútbol aficionado.

—¿Llegó a jugar en categoría nacional?

—No, no. Era amateur y de los malos. En torneos provinciales.

—Con el Burgos tuvo su primera experiencia como directivo.

—Fui concejal de Burgos y diputado provincial. Entré un año en el Burgos como directivo coincidiendo en mi etapa en el ayuntamiento. Era el representante del consistorio en el Consejo por el capital depositado. Fue en la primera temporada de la transformación en Sociedad Anónima.

—¿Y cómo fue la experiencia?

—Nefasta. La transformación del club no se hizo con rigor. Cuando cogimos las riendas ya se había consumido una parte muy importante del capital en pagar deudas y en cubrir préstamos del anterior presidente,

que jugadores. —Lleva además 22 Bajamos años traspasó presidiendo a Segunda. a varios la Castellano-Leonesa. ello o tiene otro empleo? ¿Vive de —Trabajo. Soy personal laboral en el Ministerio de Defensa.

—¿Y por ser presidente de una Territorial se cobra un sueldo?

—Se puede cobrar.

—¿Y usted lo hace? —Sí.

—Lleva ya seis legislaturas en la Castellano-Leonesa. ¿Hasta cuándo estará al frente? —Hasta que el fútbol entienda que debo estar.

—Ahora preside la Gestora de la RFEF. ¿Asegura que las elecciones serán el 17-M? —Espero y deseo que sí.

—¿Tiene ganas? —Muchas.

—¿Pudieron ser antes: 24-A? —Varias razones lo impedían.

—¿Se lo tomó bien Rubiales? —No me dijo lo contrario.

—Me dicen que está pasando un mal trago en la Gestora.

—Siempre que tienes que tomar decisiones pierdes amigos, porque muchas veces no son comprendidas, y siempre dudaré si de verdad eran amigos.

—Larrea asegura que le apoyan ocho Territoriales y Rubiales, 11. Usted ha estado cerca de Villar, ha apoyado a Rubiales y Larrea le nombró vicepresidente. ¿Con quién va? —En este momento no puedo manifestarlo. Tengo que mantenerme lo más neutral posible.

—¿Seguirá de vicepresidente con cualquier ganador?

—Quien gane debe hacer una lista de integración. Todos tenemos que dejar al margen nuestras apetencias y buscar el interés general.

—Usted tiene fuerza entre las Territoriales. ¿Se presentaría a las elecciones de 2020? —No, no. Marcelino nunca se presentará a presidente de la Federación porque creo que no estoy capacitado para ello.

—Su nombre apareció en las

escuchas del Caso Soule por su estrecha relación con Villar y su hijo Gorka. Padrón dejó entrever que usted recibía irregularmente 3.000€ al mes. ¿Cuál es su versión? —No tengo nada que decir.

—También ha sido investigado por el Caso Recre como presidente de la Comisión de 2ªB.

—Ninguna preocupación aquí. Mi actuación fue la correcta y lo defendí ante los juzgados.

—¿Conciencia tranquila?

—Mucho.

—Con tantos líos en la RFEF, ¿no ha pensado en dejarlo? —Muchas veces.

—¿Y por qué no lo hace? —Por responsabilidad.

—¿Su papel en esta final compensa los malos ratos?

—No es la parte más bonita del fútbol la que voy a vivir.

—¿De qué equipo es?

—Sobre todo del Burgos, de mis equipos de Castilla y León y luego, desde crío, tengo una simpatía especial por el Atlético.

—Le apetecerá ir al Wanda. —Sí, claro. Ya comprobé en el España-Argentina que es un gran estadio para un gran club.

—¿Le gustaría una sede fija?

—El hecho de que todas las ciudades puedan ver una final de Copa o a la Selección, tiene su atractivo. Si se fija la sede con demasiada antelación puede ser problemático por los finalistas. No veo al Betis jugando una final en el Pizjuán. El procedimiento actual no es incorrecto. Es lo que quiere la mayoría.

—¿Habrá lleno o veremos asientos vacíos como antaño?

—Lo que sé: está todo vendido.

—Sinceramente: ¿está deseando que llegue la final o está como loco por que pase? —Deseo que llegue ya el 17 de mayo y que de aquí hasta entonces hagamos las cosas lo bien que suele hacerlo la Federación.