El Madrid certifica a lo grande la primera plaza
Anotó cien puntos por séptima vez esta temporada
El Madrid tenía el liderato medio atado desde hacía semanas, pero ayer le echó la lazada definitiva y acabará primero aunque pierda los cuatro encuentros que le restan. Líder de la fase regular por quinta vez en siete años con Laso en el banquillo. Le valía incluso con caer por menos de doce, pero selló matemáticamente el primer puesto a lo grande. Con un triunfo de mucho mérito ante el segundo clasificado, disparándose por encima de los cien por séptima vez en lo que va de curso. Seis victorias más que el propio Baskonia y que el Barça.
El Real fue muy superior en todo al equipo vitoriano menos en los triples (11 de 15 el Kirolbet) y alcanzó los 15 puntos de ventaja en el tercer cuarto (6752). Rudy firmó un partidazo y contrarrestó el arreón final del prometedor base argentino Vildoza (12 de sus 22 tantos en el cuarto periodo). El mallorquín acabó con 28 de valoración tras apilar 16 puntos (9 en el último acto), 4 rebotes, 6 asistencias y 5 robos. Hacía más de cuatro años que no volaba tan alto en la ACB, al menos en cuanto a números. Se mostró muy activo atrás, rapidísimo de manos para cortar varios ataques visitantes y certero en sus penetraciones finalizadas en tiros, algunos de ejecución complicada. También ayudó a llevar la dirección de la nave porque Doncic descansó (molestias en un pie) y Llull apenas disputó 12:45 (14 tantos y 18 de valoración). El canterano Pantzar, sueco como Taylor y que ha trabajado junto a Llull en su puesta a punto, gobernó el timón también durante 12:35 (salió de titular). En los otros 14 minutos, no hubo un base puro. Causeur tuvo ahí gran responsabilidad y Rudy, como decimos, le echó una mano y asumió galones, los que le dieron el premio de MVP de la jornada 29.
La batalla interior no resultó tan cruenta como se esperaba porque los pívots baskonistas no alcanzaron el nivel de los madridistas. El ritmo y la circulación blanca marcaron la diferencia y los hombres grandes aprovecharon para anotar con fluidez mientras cerraban el rebote. Reyes mantuvo la cadencia vertiginosa de las semanas previas (14 puntos), aunque para tarjeta inmaculada la de Thompkins: 7 de 7 de dos, y 33 de 50 su equipo (66%). La intimidación de Tavares también pesó en el segundo cuarto para abrir hueco. Ayón asistió casi tanto (4) como falló (0 de 6).
El Madrid llevaba días preparando la Final Four, pero le quedaba cerrar el liderato ACB para enfocar con todo a Belgrado. Ya lo tiene.