“He soñado mucho con esto y acababa siempre bien” Sergio Llull

➥ ¿Cómo se encuentra?

—Estoy con confianza, pero puedo prometer intensidad y dejarme la piel por el equipo. No estoy al cien al cien, pero intentaré echar una mano.

—¿Cuántas veces imaginó estar en la cita de Belgrado?

—He soñado con estar en esta Final Four. Ha sido un año bastante difícil. Estos ocho meses y medio hasta volver a jugar se han hecho duros. He soñado muchas veces y todos los sueños acababan bien.

—Disputa su sexta Final Four. Por lo que han sufrido tanto usted como el equipo, ¿es la más especial de todas?

—Ahora estamos centrados en vencer al CSKA, pero es cierto que con todo lo que nos ha pasado esta temporada, y a mí en particular, de ganarla sería un poco más especial. De momento, la que más lo fue es la de 2015 con nuestra afición.

—¿Cómo ve al equipo de cara al tramo decisivo del curso?

—Con muchas ganas, con mucha ilusión. Tenemos un reto bonito delante y vamos a dejarnos todo para intentar ganar. Ha sido un año duro por las lesiones pero eso nos hecho crecer como equipo. Llegamos en el mejor momento de la temporada. Nos apetece levantar un trofeo, volver a ganar y festejarlo con nuestro público.

—No se ha medido muchas veces a Sergio Rodríguez.

—Por mucho que le conozcas, cuando tienes enfrente a un jugador de tanto talento como el Chacho siempre te va a encontrar el hueco. Hay que hacer un gran trabajo de equipo en defensa contra él, De Colo, Higgins... Todos sus exteriores tienen muchísimo talento. Con ayudas y siendo duros atrás vamos a intentar que no hagan un buen partido.

—¿Puede Doncic ejercer el rol de jugador decisivo?

—Esperemos que sí. Con solo 19 años ha sido nuestro líder este año y a nivel estadístico ha hecho cosas increíbles. Le gustan este tipo de partidos y seguro que estará ahí para ayudarnos. No me sorprende su evolución porque le hemos seguido desde que llegó siendo un niño. Cada día que pasa es mejor jugador de baloncesto.

—¿Debe liberarse de esa ansiedad vivida tras su regreso?

—Esa prueba ya la pasé el primer día: salí acelerado y queriendo hacer más cosas de la cuenta. Quería hacerlo todo bien y no estuve acertado. Esa ansiedad desapareció allí. Fue una mezcla de emociones muy especial. Recordaré siempre y con mucho cariño ese día.