“No se puede pedir más para celebrar el 34 cumpleaños” Mikel Nieve
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¡Qué manera de celebrar su 34 cumpleaños! —Así es, un magnífico regalo. Me siento muy, muy, muy contento por este triunfo, el tercero ya de mi trayectoria en el Giro. Se trata de una victoria importantísima para el equipo, sobre todo después del disgusto que nos llevamos con la pérdida de la maglia rosa de Simon Yates en Bardonecchia. Teníamos un poco la idea de reivindicarnos, de decir que seguíamos aquí, con la intención de competir. También se lo dedico a mi familia, que sufre que permanezca tanto tiempo fuera de casa, y en especial a mi hijo, que también hace justo cinco meses en el mismo día.
(Nieve entró en la meta de Cervinia con el pulgar derecho en la boca).
—Pese a que Chaves, primero, y Simon Yates, luego, se hundieron en la general, el Mitchelton se marchará del Giro con cinco parciales.
—Realizamos un magnífico trabajo todos los compañeros. Cinco etapas sólo puede considerarse un éxito, aunque nos faltara poner la guinda de hacer más en la clasificación después de que lo tuviéramos tan cerca, a dos jornadas. Una lástima, pero no nos podemos ir tristes con este balance y el protagonismo de las tres semanas.
—¿Cómo se gestó su triunfo?
—Lo hablamos y decidimos que me metiera en la escapada. Contaba con libertad para buscar la victoria, así que Roman Kreuziger me ayudó a coger la fuga y trabajó muchísimo para que yo no gastara tanta energía. En cuanto vi la oportunidad de sostener un buen ritmo hasta la meta, apreté para dejar atrás al resto de los rivales. Todo salió a la perfección, me siento orgulloso de lo que logramos y doy las gracias personalmente a Kreuziger, a mis directores y al resto de los corredores y auxiliares por confiar así en mí. Me debo a ellos, y ellos me prometieron margen para buscar mis oportunidades cuando se produjera el momento adecuado.