La magia de Curry rompe a los Cavs: los Warriors, 2-0
El base firmó el récord de triples (9) en un partido de la final
WARRIORS (32+27+31+32): Curry (33), K. Thompson (20), Durant (26), Green (5), McGee (12) —c. i.—, Bell (5), Young (0), McCaw (0), Livingston (10), Looney (0), Cook (2), Pachulia (6) y West (3).
CAVALIERSS (28+18+34+23): Hill (15), Smith (5), James (29), Love (22), Tristan Thompson (11) —cinco inicial—, Nance Jr. (2), Green (6), Clarkson (2), Korver (1), Hood (2), Osman (2), Zizic (2) y Calderón (4).
Los Cavaliers, camino de Ohio, se van a acordar mucho del tiro libre de Hill y del error catastrófico de JR Smith del primer partido. Porque la yugular de los Warriors está pocas veces a la vista. Semejantes oportunidades se presentan una vez y hay que amarrarlas a dentelladas. En el segundo choque de la final, los Warriors fueron los Warriors y los Cavs solo pudieron presentar una resistencia muy digna que nos regaló un buen partido. Pero el 122103 final manda la lucha por el anillo 2-0 al Quicken Loans de Cleveland, donde arderá la hoguera de la resistencia final de un LeBron James que jugó 44 minutos seguidos, todos hasta que Tyronn Lue arrojó la toalla a cuatro del final, con 111-93.
Sin la consistencia hercúlea del primero, LeBron jugó un gran partido, muy exigido y con tramos en los que pareció al borde del agotamiento, ya en un segundo cuarto en el que se abrió la brecha hasta el 59-46. En la final, promedia 40 puntos, 8,5 rebotes y 10 asistencias… pero su equipo pierde 2-0.
Para tranquilizar definitivamente al Oracle (90-83 a falta de 10 minutos), Curry jugó un último cuarto memorable en el que anotó 16 puntos con 5 triples, incluido un 3+1 letal (109-93). Acabó en 33+7+8 (9/17 en triples) y sale de la Bahía como maillot amarillo en la carrera por el MVP y con récord de triples en un partido de la final (hasta ahora era de Ray
Allen: 8).
No hay que escatimarle mérito a los Warriors: Iguodala volvió a ser baja. Y Klay Thompson, que apenas podía caminar en la víspera, anotó 20 puntos. Durant se reencontró en un partido inteligentísimo, en el que apenas se equivocó, eligió bien sus tiros y mostró una actitud muy mejorada en la defensa de LeBron. Los Warriors supieron reponerse a los contratiempos físicos y a las dudas que pudieran haber anidado. Y los Cavs supieron devolver derechazos hasta que cayeron rendidos a la lona. Con eso deben quedarse, aunque acabaron muy lejos, para organizar la resistencia en su pista, donde mañana tienen que evitar por todos los medios un 3-0 que sería prácticamente definitivo, como hace doce meses, ante un rival imponente que está a dos triunfos de su tercer anillo en cuatro años.
El líder Curry firmó un último cuarto memorable: 16 puntos y 5 triples