Raúl Fernández “Pasar por el quirófano no es del gusto de nadie”

Raúl Fernández ha vivido un auténtico calvario esta temporada por unas molestias que le llevaron a pasar por el quirófano. Ahora su futuro está en el aire ya que el club le ha dicho que no cuenta con él para el próximo ejercicio.

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Qué balance hace de esta temporada que acaba?

—En lo personal ha sido duro. Cuando tienes una lesión como la mía se pasa mal. Y viendo al equipo que no está en la mejor situación, peor. Es duro verlo desde la grada. Me llevo que hice buenos partidos en Primera División y que estuve a la altura. Al equipo, desde la llegada del nuevo entrenador, se les vio con una frescura diferente en el campo, y los resultados a la vista están.

—¿Qué le pasaba al equipo con Muñiz y cómo fue la reacción con el relevo en el banquillo?

—Llegó un momento que el equipo estaba bloqueado. No me preguntes porqué. En el fútbol pasa. Luego llegó el cambio y se notaba que los jugadores se liberaron y ahí se agrandaron.

—Y mientras usted con su particular calvario...

—Ha sido muy duro. Controlé el dolor bajando la intensidad en los entrenamientos y jugando infiltrado. Pero los dolores fueron increscendo y no me permitían jugar al 100%. Entre tanto Muñiz decidió hacer un cambio técnico en la jornada 12 dada la mala racha del equipo al inicio de temporada. Fue una decisión técnica y ya está. Yo continué entrenando para pelear por la titularidad, soportando dolores, puesto que creía que podría volver a jugar al haber dado buen nivel. Todo esto comentándolo con los servicios médicos del club. Yo lo que quería era estar bien para volver a jugar cuanto antes. Incluso en las vacaciones de Navidad volví a viajar a Vitoria a la consulta del doctor Mikel Sánchez para hacerme un tratamiento conservador de infiltración de plasma. Y llega un momento en el que la única solución era pasar por el quirófano. Avalado por dos doctores de prestigio de Vitoria y Barcelona.

—¿Pero entonces arrastraba molestias del año anterior?

—Sí. Yo llegué en verano de 2016. Entonces empecé la temporada con problemas de glúteo. Notaba molestias pero que me permitían jugar, infiltrándome en cada partido eso sí. Pese a ello, no tenía diagnóstico. Aún así terminé la temporada a buen nivel creo, siendo el Zamora. Luego en verano, preocupado por el dolor, volví a pedir opinión y se me diagnosticó un choque femoroacetabular tipo cam, el cual comuniqué a los servicios médicos del Levante.

—Y al final, al quirófano. ¿Por qué esa decisión? ¿Qué le decían los médicos?

—No estaba disfrutando del fútbol, porque el día a día era un sufrimiento. Hubo un día que en un calentamiento me di cuenta de que no estaba para jugar. Que no podía. En enero viajé con el doctor del club a visitar al doctor Cugat, a Barcelona Quiron, el cual coincidía como el equipo del doctor Mikel Sánchez, de Vitoria. en la operación como única vía de solución para mi problema. A partir de lo cual me opero el 30 de enero. Y el 16 mayo tenía el alta médica.

—¿Y entonces? ¿Se lo piensa?

—Pues con mi edad no mucho. Si, imagina, que hubiera estado ya en mi último año de fútbol pues lo veo de otra forma. Hubiera aguantado quizá y ya está. Pero con 29 años que tenía todavía pensamos que si era una intervención que requería parar dos o tres meses y así llegar a la pretemporada perfecto pues consideramos que era lo mejor.

—Se empezó a dudar de su compromiso...

—Se dijeron muchas cosas. Mi único objetivo era jugar. Estaba en el mejor momento de mi carrera y como es lógico no es del agrado de nadie parar para operarse.

—¿Y se podrá quitar la espinita la temporada que viene? De jugar en Primera… Y en el Levante…

—Pues, la verdad, no lo sé. El mensaje del club es el que es. Y ahora mismo hay incertidumbre. A mí me gustaría. He sido muy feliz en el Levante y creo que me he ganado la oportunidad de estar ahí. Me siento importante y con ganas, pero ya veremos lo que pasa.

Futuro Ahora ya estoy al 100% y es algo que no depende de mí”