Rusia en modo imperial
Sometió a Egipto y tiene billete y medio para octavos
Pocos rusos apostaban hace unas semanas por su selección. La mayoría de ellos temían ser la primera anfitriona de una Copa del Mundo en caer en la primera fase. Los pupilos de Cherchesov habían fomentado tal estado de pesimismo tras las siete derrotas consecutivas en la preparación. Pero a la hora de la verdad, Rusia se ha puesto en modo imperial. Goleó a Arabia Saudí en el partido inaugural y sometió también ayer a Egipto. Seis puntos y ocho goles a favor en su haber. Tres de ellos de Cheryshev, que igualó a Cristiano Ronaldo como máximo artillero. Rusia prácticamente ya tiene sellado el billete para octavos, como los egipcios el de vuelta a casa. Con solo que Uruguay empate hoy contra Arabia, adiós Salah.
Egipto se encomendó al talento de Salah. El problema es que Héctor Cúper lo dejó todo a merced de cómo se encontrara su estrella tras casi un mes con el hombro a cuestas. Digamos que él lo intentó; incluso se estrenó como goleador, de penalti, tras otro acierto del VAR (el árbitro señaló primero falta fuera del área). Pero el gol llegó cuando el partido ya sólo tenía un camino. A la clase de Salah no le
Salah
A su gol y talento no le acompañaron su físico ni el resto de compañeros
acompañó su físico ni tampoco ninguno de los otros diez compañeros, que se vieron superados por el ímpetu local y por el físico de Dzyuba. Sobre todo Elnany, de quien se esperaba tuviera más presencia por jugar en la Premier.
A Egipto le amargó la existencia Dzyuba. Hegazy, Gabr y sobre todo Fathy soñarán con los casi dos metros del ariete del Zenit. Ellos arrastrarán varios días agujetas en los gemelos de tanto saltar y en los brazos de agarrar a Dzyuba. Pero ni por esas le pararon. Fue un martillo pilón para los faraones. Centrara Cheryshev o lo hiciera Mario Fernandes, ahí saltaba él.
La sola presencia en el área de Dzyuba provocó el autogol de Fathy. El capitán egipcio, en su afán de adelantarse y despejar, envió el balón al fondo de la red. Ese gol dejó tocado a Egipto y Cheryshev acabó de hundirlo. El futbolista del Villarreal no perdonó una excelente asistencia de Mario Fernandes. Y cinco minutos después, gol de Dzyuba, el mejor del partido junto a Zobnin. Tras ellos llegó el penalti que transformó Salah. De poco le servía a Egipto, cuya única misión es sumar contra Arabia Saudí el próximo lunes su primera victoria en un Mundial, un torneo en el que seguirá compitiendo la Rusia Imperial de Cherchesov. Quién se lo iba a decir...