Senegal, orgullo de África
Única selección africana que gana en la primera jornada
Ni Lewandowski ni Mané fueron protagonistas en el Otkrytie Arena, como se anunció en el cartel del partido. Cionek y Bednarek fueron aliados inesperados de Idrissa Gueye, que con un gol por accidente, y Niang, con otro más propio de partidos de solteros contra casados, firmaron la victoria para Senegal, que ya es orgullo de África: única selección de aquel continente en ganar en la primera jornada.
Aunque el partido nació entretenido, con escarceos alrededor de las áreas, las ocasiones con proyección de gol fueron contadas. Senegal regaló la posesión del balón para salir al contragolpe y Polonia no supo sacarle ningún rédito. ¿Y Lewandoski y Mané? Poco rastro. Al delantero del Bayern se le pegaron Koulibaly y el exbético y del Villarreal Ndiaye como si fueran sus novias y le dejaron poca maniobra. Y el volante del Liverpool, con el 4-42 de Senegal no destaca tanto como con Firmino y Salah.
El que se llevó los aplausos fue Idrissa Gueye, que vio cómo su disparo inofensivo lo transformó en gol el central Cionek, desorientando al juventino Szczesny.
El tanto de Senegal supuso la reafirmación del ideario de Cissé: esperar a Polonia para sentenciar en velocidad. Nawalka cambió de sistema tras el descanso, puso tres centrales, pero adelantar líneas tampoco supuso un salto de calidad. El portero senegalés Ndiaye tenía poco trabajo, como en toda la primera parte. Y hasta el arreón final de Polonia, sólo apareció para desbaratar una falta de Lewandowski que despejó con vuelo acrobático.
Lo de Polonia fue a peor y el desastre se consumó en el 60’ con un error grotesco de Bednarek: pendiente de un cambio que iba a hacer Senegal, dejó pasar un envío deficiente de Krychowiak, no se percató de la presencia a su espalda de Niang, que corrió, se adelantó a la salida de emergencia de Szczesny y marcó a puerta vacía.
Agitación al final. Con 0-2, Senegal se afanó en aguantar a Polonia, que tiró de orgullo y puso emoción en el 86’, con un preciso gol de cabeza de Krychowiak. Polonia achuchaba con ímpetu y ahí apareció Khadim Ndiaye. Flaco, con más pinta de corredor de fondo, el portero del Horoya guineano neutralizó todo el peligro por aire y tierra de la desesperada Polonia y afianzó la victoria de Senegal, que consumó otra sorpresa más en Rusia y se puede jugar el primer puesto del grupo ante Japón, el domingo en la segunda jornada.
Regalos Un autogol y un fallo casi cómico facilitaron la victoria de Senegal