Álex fue el héroe de un Movistar para la historia
Firmó su quinta Liga consecutiva ante un Barça que cayó por penaltis
Ytodo se decidió en penaltis, como no podía ser de otra manera para una de las finales más igualadas de la historia, que volvió a sonreir al de siempre. El Movistar Inter conquistó su 13ª Liga, la quinta consecutiva en un hito que aún no había logrado ningún equipo en la historia. Esta vez, a falta de Ricardinho lesionado, el héroe fue Álex, el portero suplente en quien se confió la final y respondió deteniendo el lanzamiento decisivo a Sergio Lozano. Fue el desenlace de una serie final espectacular, vibrante, de una igualdad tremenda, donde el quinto partido no sólo no desentonó, sino que brindó otro duelo al límite que sólo se pudo decidir en la lotería de los penaltis.
Salió el Movistar más enchufado, cercando la portería de Sedano y dejando claro que la baja de su estrella no debía minar los ánimos. Sin embargo, el Barça fue poco a poco haciéndose dueño del choque. Rivillos avisaba con un tiro al palo y poco después llegó el 0-1. Un paradón de Sedano a Gadeia se convertía en una contra clara azulgrana en la que Dyego, solo ante Herrero, cruzaba de forma precisa.
El gol hizo reaccionar al Movistar, que se volcó sobre la portería de Paco Sedano. Pero el meta mostoleño de los azulgrana, en el último partido de su carrera, quería dejar su impronta e inició una exhibición de paradas tremenda, que continuó en la segunda mitad, cuando el Movistar se hizo dueño y señor del partido.
En tres minutos tras la reanudación, entre los postes y Sedano sacaron hasta tres ocasiones clarísimas. Rozaban tanto el gol los locales que Elisandro llegaba a celebrar un disparo al poste creyendo que había marcado. No obstante, tuvo la ocasión de desquitarse con una jugada donde dejó su firma. Media vuelta preciosa para soltar un latigazo a la escuadra.
Prórroga. Por tanto, y a pesar de que Gadeia mandó al larguero un doble-penalti, el choque estaba condenado a la prórroga, nada extraño en una serie donde la igualdad ha sido la nota dominante. Eso sí, la enorme intensidad unida al desgaste de una larga temporada se iba cobrando víctimas. Leo Santana, Aicardo y Mario Rivillos se retiraban en un Barça al que la bocina final le vino bien, aunque fuera para tomar algo de aire.
Se notó, aunque fuera para mantenerse en pie en el intercambio de golpes en el que se convirtió el tiempo extra donde, a pesar de las oportunidades, nada cambió y todo se decidió en los penaltis. En el segundo, Velasco metió a Álex. “Lo vas a parar y vas a ganar la Liga”, le dijo Herrero, meta titular. Así fue y suyo fue el colofón de una final para la historia.