Cheryshev, orgullo de Nizhny Novgorod y de Rusia entera
Nació y vivió en esta ciudad ● Su hermano Dani: “Nos hace felices” Es el nuevo ídolo
Su hermano
“Después de la decepción siempre hay alegría, le ha pasado a Denis”
A 420 kilómetros de Moscú se encuentra Nizhny Novgorod, una ciudad que estos días se ha hecho famosa por ser una de las sedes del Mundial y porque uno de sus más ilustres ciudadanos está siendo estrella en el torneo. Se trata de Denis Cheryshev, que nació y vivió allí antes de seguir a su padre, también futbolista, allá donde le llevó su carrera, con final feliz para todos en España.
Nizhny Novgorod es una ciudad a 420 kilómetros de Moscú, bañada por el río Oka, sede en su día del centro de espionaje ruso y por lo tanto cerrada a cal y canto durante mucho tiempo a los extranjeros. Aquí nació, hace 27 años, el último gran héroe de Rusia: Denis Cheryshev. Héroe inesperado, además.
Denis se ha convertido en ídolo ruso con sus tres goles en el torneo, los mismos que Diego Costa y sólo uno menos que Cristiano. Toda una proeza para el futbolista del Villarreal, que hace pocos meses no tenía claro ni siquiera si estaría en el Mundial. Una larga ausencia de dos años de la selección no invitaba a ello. Sin embargo, su nombre es, junto a los de Dzyuba y Golovin, el que más suena entre aficionados y prensa durante estos días.
En Nizhny Novgorod vivió tres años Denis, aunque conserva familia, raíces y un sentimiento de pertenencia que se afianzó en aquellos veranos que pasaba a 40 kilómetros de la ciudad, en Dzerzhinsk, el pueblo de su padre Dimitri, futbolista en su época como él y muy reconocido en España por su paso por el Sporting, el Burgos y el Aranjuez. Dani, hermano de Denis, sí está siguiendo el torneo desde la ciudad natal del jugador, junto a varios amigos y la familia. “Hay un dicho ruso que dice que después de las decepciones siempre llega la alegría. Es lo que le está sucediendo a Denis. Estamos muy contentos todos”, cuenta, orgulloso con una camiseta suplente roja del Villarreal y su apellido a la espalda, mientras pasea por el centro de Nizhny.
Héroe. Las calles también recuerdan que Denis Cheryshev es paisano suyo, aunque emigrase pronto. El ambiente de Mundial ha llenado de forasteros una ciudad aparentemente tranquila. Los habituales campos de fútbol para niños han sido tomados por la FIFA. El viejo estadio del Dinamo está en el centro de la cuidad, pero ya vetusto.
En alguna esquina juegan varios adolescentes con un balón, pero son los menos. Desde que acabaron las clases, los jóvenes han dejado la ciudad por los pueblos cercanos. “Claro que sabemos que Denis es de aquí, nos hace felices. Está siendo el mejor jugador de la selección. No esperábamos que pudiera serlo”, comenta Andrei. Y entre la fuerte brisa del río y unos preciosos atardeceres se consume otro día en Nizhny Novgorod, uno más de este Mundial que tiene a su paisano Denis como estrella.