Cuestión de detalles: Abián se baña en oro y Corrales, en plata
Finales apasionantes en El Morell
Beatriz Corrales llegó 1919 al tramo final de la primera manga y perdió (2119). En el segundo, tuvo un punto de set, con 20-21, pero acabó cayendo 21-23. No pudo con la turca Neslihan Yigit y se tuvo que conformar con la plata. Cuestión de detalles. “Tengo esa rabia dentro, quería el oro. Fue todo muy ajustado. Cometí dos errores no forzados en el primer set. Todo se decidió por pequeños detalles”, valoró tras el encuentro en el Pabellón de El Morell.
Esos matices sí le acompañaron a
Pablo Abián, quien perdió la primera manga ante el francés Maurice Corvee (21-23), pero que supo remar a contracorriente, ganar la segunda (21-15) y no perder la concentración en la tercera pese a la presión de su oponente (2117). Un oro que perseguía desde que empezó la competición. “Luché hasta el final con todas mis fuerzas. Quería el oro, me lo tomé muy serio”, comentó.
El aragonés de 33 años, entrenado por su hermano Javier, cuenta con el reto del Mundial, en el que espera “intentar llegar de cuartos de final para arriba. Eso sería algo fantástico”.
Esos matices que separaron el oro de la plata también los preparan a diario. Corrales explicó cómo el trabajo mental forma parte de su día a día. “Trabajamos con el psicólogo e intentamos pensar en el punto siguiente”, aseguró.
El bádminton se despide de Tarragona 2018 con estas dos medallas. Una experiencia que les ha marcado. “La gente me ha animado desde el primer día, es especial competir en casa”, dijo Abián, mientras que para Corrales los Juegos Mediterráneos han sido como unos Juegos Olímpicos por el contacto con otros deportistas.
Más allá de Carolina Marín, y aunque falten los países asiáticos en esta competición, el bádminton español ha aportado medallas. Una buena señal de crecimiento.
Objetivo “Luché hasta el final con todas mis fuerzas, quería el oro”