Segunda mejor cosecha después de Almería ‘05
España solo por detrás de Italia, con 122 metales
El bronce del balonmano y la plata del voleibol en un Tarraco Arena vibrando con una final apasionante ante Italia pusieron el broche a la segunda mejor cosecha española en unos Juegos Mediterráneos, con 122 medallas, 38 de ellas de oro. Lejos quedan las 155 que se consiguieron en Almería 2005, unos Juegos prácticamente inigualables en cuanto a repercusión mediática y éxitos deportivos, en un contexto diferente al actual.
La natación, con 24 medallas, y el atletismo, con 15, han aportado prácticamente un tercio de todas las logradas por la delegación española, en las que han destacado deportes como la halterofilia, con hasta diez medallas, el golf, con cuatro oros, el judo o el karate. El día más productivo fue el domingo día 24, en el que los deportistas españoles subieron hasta a 26 podios.
La gran estrella de Tarragona ha sido Mireia Belmonte, figura olímpica y ganadora de cuatro medallas, abanderada y atracción del público en una piscina que, en las jornadas de domingo y lunes, fue la cara más amable de una cita que no acabó de seducir a la ciudad después de todos los problemas que han afectado la candidatura desde que arrancó la crisis económica y los conflictos institucionales.
Las selecciones de deportes colectivos han traído luces y sombras. Las chicas de waterpolo se colgaron el oro, un buen augurio para el Europeo de Barcelona que arranca el día 14. También la Selección de balonmano femenino logró la primera posición. El voleibol masculino fue plata, mientras que el balonmano masculino se colgó el bronce. No alcanzaron medalla el waterpolo masculino, que ayer perdió ante Montenegro, y las chicas de voleibol. El otro triunfador de los Juegos fue la Selección Sub-18 de fútbol, con un oro sufrido que refuerza una gran generación de deportistas que apuntan alto.
Los deportes olímpicos minoritarios vivieron con pasión estas miniolimpiadas, y prácticamente sus mejores deportistas tomaron parte.