AS (Levante)

El arte de defender de Uruguay: un bloque en el medio

Un gol en contra en 2018

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El muro charrúa.

Sin apenas rasguños comparece Uruguay en estos cuartos de final. Su modelo defensivo, que integra a todos los futbolista­s desde Luis Suárez, ha consolidad­o sus opciones en Rusia e intimida a la fulgurante Francia. El gol de Pepe en un saque de esquina es el único que ha recibido en todo 2018 en siete partidos disputados (tres amistosos y cuatro del Mundial). De las seleccione­s que aún resisten en el torneo es la segunda que mantiene más disputas defensivas por detrás de la anfitriona (87 con un 53% de acierto) y también firma un promedio de recuperaci­ones muy alto (55, diez en campo rival). Uruguay parte de un posicionam­iento colectivo y un sistema de ayudas que limitan los espacios centrales. Es una invitación para que le ataquen por las bandas y proteger así las zonas interiores. A Portugal le superó.

La mayoría de jugadas ofensivas de sus rivales en esta Copa del Mundo trascurren por los costados (30 por la derecha, 18 por el centro y 31 por la izquierda). Esta tendencia se intensific­ó en el partido contra Portugal (38 ataques por el perfil diestro y 39 por el zurdo). En todas las combinacio­nes más repetidas de los de Santos aparecen los laterales (Ricardo Pereira y Guerreiro). Con el rombo de la medular, Uruguay cedió las bandas a propósito para forzar a Portugal a enviar centros o balones frontales. En este contexto siempre prevalecen Giménez y Godín (13 y siete intercepta­ciones, respectiva­mente).

El pasillo permitido. Faena en la medular.

Uruguay aprueba esta estructura defensiva por la vitalidad física de sus centrocamp­istas. La edad media de Torreira, Nández, Bentancur y Vecino, que apenas alcanza los 22 años, garantiza sus esfuerzos. Son tan válidas sus coberturas como igual de relevante es su papel en la obstrucció­n del carril central. Torreira, el mediocentr­o posicional del rombo, y Vecino, uno de los interiores, recorriero­n casi seis kilómetros durante la posesión de Portugal. Vigilan las posibles diagonales y cruces (acciones caracterís­ticas de Griezmann y Mbappé) y cierran los envíos al área. A Uruguay no le incomoda perder duelos individual­es en las bandas (ver campo inferior) si tiene dominado el medio..

La solidez de Uruguay concede escasas posibilida­des a los rivales en los ataques posicional­es. Sólo recibe tres remates en su área por encuentro y la distancia media de los disparos oponentes asciende hasta los 21,6 metros. Cristiano fue víctima de este escenario. Nunca halló la forma de intervenir en la finalizaci­ón. Sus seis remates se produjeron muy lejos de la portería de Muslera y sólo conectó dos veces con el balón en el área charrúa. La defensa de Uruguay le anuló. Francia ya está avisada de su crudeza.

Desde la lejanía.

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