Putin, políticos, cantantes y hasta los Simpsons
La primera data de 1890
La cuna de las Matrioshkas en Rusia se encuentra en la ciudad histórica de Sergiyev Posad, 80 kilómetros al norte de Moscú. En la actualidad hay diez fábricas que se dedican a la producción. Son muchas menos que hace unos años. La crisis se ha llevado por delante varios talleres y poco a poco la industria fue trasladándose a Niznhy Novgorod. En una situación tan complicada, hasta el Kremlin tuvo que salir al rescate comprando figuras por un valor de 30 millones de euros para que sus funcionarios las regalen en viajes oficiales. Era la manera que el gobierno tenían de salvar un negocio histórico en Rusia, pero completamente estancado. De hecho, las ventas representan menos del 1% del total de los 1.200 millones que genera la industria de los souvenirs en Rusia. Sin embargo, estas figuras tienen un alto valor representativo. Se dice que la primera Matrioshka se creó en Sergiyev Posad en torno a 1890, después de que un artesano local viera un conjunto de muñecas apilables japonesas que representaban la deidad budista. A partir de ellas, creó una versión rusa en forma de una mujer campesina. Hoy en día, los turistas pueden comprar Matrioshkas clásicas o también algunas con personajes de todo tipo. Van desde grupos de música a los protagonistas de los Simpsons. Incluso desde presidentes estadounidenses al mismísimo Vladimir Putin...