Cristiano y Messi, los casos más mediáticos
Han pagado 18,8 y 4,1 M¤, respectivamente, a Hacienda
De la persecución contra el fraude fiscal de los últimos años no se ha librado el mundo del fútbol. Muchos son los futbolistas que se han visto envueltos en escándalos de fraudes al fisco.
El último caso en salir a la luz de un futbolista a quien Hacienda le reclama un buen puñado de millones ha sido el de
James, jugador colombiano que juega en el Bayern cedido por el Real Madrid. El fisco le pide 11,65 millones. La Agencia Tributaria le atribuye un fraude fiscal de 6,35 millones por la tributación de sus derechos de imagen durante su etapa en el Madrid. Esa cantidad, más la multa correspondiente y los intereses devengados hacen que la cifra inicial se multiplique. Así le pasó a Cristiano Ronaldo, que finalmente ha pactado un pago de 18,8 millones para poder eludir la cárcel y quedar en paz con el fisco español. En las tablas que se adjuntan se puede comprobar cómo los casos más significativos que se han producido de futbolistas morosos con Hacienda son de los clubes grandes: 13 del Real Madrid, 8 del Barça, 4 del Atlético y 1 del Villarreal, el argentino Riquelme.
Los derechos de imagen suelen ser casi siempre el motivo. Aconsejados por sus representantes o asesores, los futbolistas suelen crear empresas en paraísos fiscales para eludir el pago de impuestos. La lista de futbolistas defraudadores es larga, si bien habitualmente sólo trasciende los casos de aquellos cuya deuda sobrepasa el millón de euros, siendo mucho más numerosos los casos de jugadores que, incumpliendo con el fisco, sus nombres no salen a la luz pública al tratarse de cantidades de menor cuantía.
Caso curioso fue el de Neymar, quien fue condenado a pagar 45 millones de euros al fisco brasileño por evasión de impuestos y fraude. Tras negociar un acuerdo, Neymar acabó pagando sólo dos millones de euros en Brasil.
Aunque en España han proliferado los casos en los últimos años, el más famoso de la historia posiblemente sea el de
Maradona. La hacienda italiana exigía al futbolista 39 millones de euros por el impago del
IRPF de su etapa en el Nápoles. Como el crack argentino nunca hizo intención de pagar, el fisco italiano no dudaba en abordarle cada vez que pisaba suelo italiano. Una vez le incautaron dos relojes de oro nada más aterrizar en Nápoles. Otra, un par de pendientes con diamantes en una visita médica cuando fue a una clínica a perder peso… En marzo de 2017, la Hacienda italiana suspendió la ejecución de la sentencia que le reclamaba esos 39 millones. Habían pasado ya más de 25 años desde que cometió el fraude.