Arthur, Riqui Puig y Vidal
Pocas conclusiones pueden sacarse de la gira americana de un Barça que regresa a casa con la sensación de haber hecho más un viaje de estudios para foguear a los cachorros de la cantera que de sentar las bases del segundo proyecto de Valverde. De hecho, el equipo que el domingo en Tánger se enfrentará al
Sevilla se parecerá muy poco al que ha sido incapaz de ganar un partido ante Tottenham,
Roma y Milán. Como no se pueden sacar conclusiones generales hay que fijarse en los nombres propios. Arthur sale de Estados Unidos como titularísimo. Falta verle al lado de mejores compañeros. La otra buena noticia es la constatación de que Riqui Puig apunta a enorme jugador. Desparpajo, claro ADN del Barça de las mejores épocas, pero que difícilmente tendrá minutos en un equipo que acaba de fichar a Arturo Vidal. En todo caso, no estaría de más que Valverde premiara al chaval convocándole para la final de la Supercopa. Sería tanto un premio como un gesto.
Del resto, pocas cosas a destacar. Lenglet ha cumplido pero no parece que ni Umtiti ni Piqué vean peligrar a medio plazo su titularidad, Malcom apunta a suplente para revolucionar partidos y Miranda se impone a Cucurella como recambio de Jordi Alba. Como puntos negros, las lesiones de André Gomes y Denis, la apatía de
Alcácer, la poca pólvora de Munir y la falta de precisión de un Semedo que aún no da ese paso adelante. Que el mejor entre la clase media haya sido
Rafinha, que puede que haya jugado más para mostrarse en el mercado que para quedarse, lo dice todo.