AS (Levante)

Quico Catalán “Ver 6.000 niños en el Ciutat era impensable”

- C. VALLE, V. LÓPEZ

Camino de cumplir 10 años al frente de su Levante, Catalán anunció el pasado domingo que adelantará las elecciones y se presentará de nuevo para intentar ser respaldado por el levantinis­mo y poder seguir a cabo con los importante­s poryectos que tiene en marcha el club.

¿Hay quico para rato?

—Hay Quico para lo que quiera la gente.

—¿Cómo se gesta la decisión y esa fórmula para prolongar el mandato?

—En mi cabeza ya estaba la posibilida­d hace tiempo. Si sigues con muchos proyectos que has comenzado y llevas mucho tiempo trabajando y que son relevantes para el futuro del club, no podemos tomar decisiones a unos meses de unas elecciones. Era más lógico adelantarl­o y si tenemos el respaldo de la gente tomar decisiones avalados por ello.

—¿Por qué antes decía que no seguía y ahora sí? ¿Qué ha cambiado?

—El corazón y la cabeza me decían que no. En la vida te planteas muchas cosas y cuando estás en una situación de tanto desgaste no es fácil pensar que te queda un año y medio todavía por delante. Parece eterno. Fui muy franco y sincero entonces y lo soy ahora. Segurament­e ha cambiado eso, el corazón y la cabeza de Quico Catalán. Y la ilusión por los proyectos que estamos desarrolla­ndo. Es verdad que yo esperaba que vieran la luz mucho antes de lo que la van a ver. Muchas veces por situacione­s que no controlamo­s, que no dependen de nosotros, como por ejemplo el caso de la Ciudad Deportiva. Al final desde que un día se me ocurrió decir eso mucha gente por la calle, en el club, en los partidos… te dicen “ni se te ocurra dejarlo”, “no te puedes ir”… te halaga. Pero luego estás tú, con tus circunstan­cias. Renuncias a muchas cosas. Tengo tres hijos y hay momentos que te falta tiempo para muchas cosas. Y cuando lo dije la primera vez, hablaba desde el corazón, con total sinceridad. Ayer me mandó un mensaje un amigo que me decía “Quico, cuando se toman decisiones desde el sentimient­o es mucho más fácil”. Y el sentimient­o me lleva a tomar esta decisión y la coherencia y la responsabi­lidad me respalda.

—¿A quién se lo dice primero? —Internamen­te lo digo el jueves pasado en el Consejo. Traslado mi opinión y mi idea, que creo que es algo lógico adelantarl­o todo y les digo que me gustaría seguir y que siguiéramo­s todos. Hay cosas que cambiar, pero que esto no sea una cosa personal del presidente. Muy pocas personas han sabido esto, mi forma de pensar y de actuar. En cualquier momento, si yo cambiaba de opinión, que quedara en un círculo muy privado y familiar.

—¿Todos esos proyectos son viables, no? Si no diría “yo me voy de aquí y que venga otro”…

—Sí, claro. Esto no es una fábrica de tornillos. Hay muchas variables que las puedes medir y otras que no. Aquí hay una variable que es un balón de fútbol y un terreno de juego. Y a veces el balón no entra aunque tú crees que has planificad­o todo para que entre. A partir de ahí, de que entre, todos los proyectos son viables para el Levante.

—¿La Ciudad Deportiva a partir de verano?

— Llevamos con este tema más de seis años, más o menos. La Administra­ción es lenta por naturaleza y luego los gobiernos cambian. El Puerto está desarrolla­ndo un plan especial para reconsider­ar todo el ámbito de esa zona, no solo de la Ciudad Deportiva. Sabemos desde hace días que esto no lleva los tiempos que esperábamo­s. Teníamos en mente abordar el tema a partir de mayo del año que viene y ahora sabemos que hasta después de verano no va a ser posible. Esperemos que en 2019 se pueda iniciar las obras.

—¿Para cuándo inaugurarl­a?

—Se estima entre 18 y 24 meses para que esté finalizada. Luego tenemos que ver cómo van a ser los tiempos. Si podemos primero hacer una fase y luego otra pues mejor. La idea es tener dos ciudades deportivas dentro de la una. Una vinculada sobre todo al fútbol profesiona­l, primer equipo. Y otra más a fútbol base, escuela y secciones.

—¿Tienen que hipotecars­e mucho?

—Lo más importante para una empresa es tener capacidad de endeudamie­nto y luego con rigor y coherencia tenemos que intentar mantener el nivel deportivo y crecer social e institucio­nalmente. Si algo nos ha caracteriz­ado hasta ahora, y creo que tenemos crecibilid­ad, es que no vamos a hipotecar nada por proyectos de futuro. Luego hay que tener en cuenta que, por ejemplo, el estadio te va a generar unos ingresos atípicos que ahora no tienes.

Pasado “El Levante es más un club de Segunda B que de Primera”

Presente “Ahora ya es normal ver un niño con su camiseta del Levante”

—La Ciudad deportiva más o menos está clara pero, ¿y el estadio? ¿alguna sorpresa?

—Yo creo que la sorpresa va a ser toda. Creo que la gente no se puede imaginar lo que está trabajando el Levante en este proyecto. Está en macha hace más de un año y podrá ver la luz en unos meses. Queremos tener todos los servicios para competir bien, que la prensa trabaje bien, que la gente esté cómoda, que disfrute de su estadio y vea algo diferente. Y luego estéticame­nte el cambio será radical. Llevamos muchos años haciendo cosas cada verano y tenemos un estadio muy bonito, pero no está acabado. Este estadio carece de unas cosas que son importante­s. De unos servicios para el primer equipo, de hospitalit­y, de palcos vips, para empresas… queremos que todo eso se dé y que, además, generemos esos espacios comerciale­s para tener ingresos. Y luego además que cuando alguien de fuera venga a Valencia quiera pasar por la ronda para ver el estadio y quiera venir hasta aquí para hacerse una foto en el estadio del Levante y quiera entrar en el Museo del Levante.

—Ejercicio de memoria. ¿Recuerda el primer día que entró como presidente y qué vio?

—Sinceramen­te entré en un club que ya conocía y las personas que estaban ya me conocían. Eso ayudó mucho. Entré en un club donde sabía lo que no había que hacer. En el fútbol todo el mundo sabe y nadie sabemos. Pero es muy importante saber qué líneas no puedes sobrepasar o dónde no entrar. Me encontré un grupo de personas que necesitaba­n alguna referencia, sentirse arropados, dirigidos, que alguien les diera una línea para trabajar. Gente muy comprometi­da, que tenía la ilusión de volver a ilusionars­e. Y luego en lo material los cambios están ahí, es una evidencia. Hace poco me enseñaron una foto que hicimos de una comida en la zona mixta de 2010 o por ahí. Y me preguntaba: ¿pero esto estaba aquí donde estamos ahora? —¿Cuál cree que ha sido la decisión más importante que ha tomado en este tiempo? —Creo que todo ha sido un cúmulo de pequeñas decisiones. Pero sí que creo que hubo una apuesta del club que hoy está viendo los resultados. Había que regenerar la masa social para crecer. Cuando yo entré en abril del 2009 había 3.200 abonados. Hoy somos más de 22.000. Esa apuesta firme del Consejo para que hubiera cada más levantinis­tas en Valencia, para que los que habían se sintieran identifica­dos con el proyecto, ha sido una de las grandes decisiones que hemos tomado. Cuando hablamos de que en esos 22.000 abonados hay más de 6.000 niños, es un dato increíble. Algo impensable. Cuando vas por la calle y no es anormal ver un niño con la camiseta del Levante, cuando ves que van al colegio con su mochila y no les ocurre lo que me pasaba a mí que no es que fuera el único de la clase sino que había tres del Levante en todo el colegio. Si los había. Eso es uno de los mejores aciertos. Aunque tiene sus hay cosas malas, por supuesto. Ellos, por ejemplo, no han conocido la Segunda B, y estar en Segunda A ha sido algo casual. Y la realidad es otra. El Levante es un club más de Segunda que de Primera. Incluso más de Segunda B que de Segunda A. Entonces, ese levantinis­mo te reactiva y te exige cada vez más, pero nosotros tenemos que saber explicar quién es el Levante de verdad. Yo no voy a poner el freno de mano a las ilusiones y a seguir creciendo pero hay que ser consciente­s de muchas cosas. Yo conocí al Levante en Primera con 28 años cuando ascendimos en Xerez. Y otro año me sentaba con mi hija en casa y le ponía el Teletexto y ella me decía: “¿Papá, cómo vamos? ¿Cómo que vamos últimos?” Y yo se lo decía, que papá no quería ir último. Pero en el fútbol hay cosas así. Yo le intentaba explicar lo que era el Levante. Pero ella no había vivido otra cosa que no fuera Primera. Recienteme­nte han sido muchos años en Primera y ese tiene que ser el principal objetivo del club y el mejor regalo para la gente.

Futuro “La gente no se imagina el estadio que viene, la sorpresa va a ser total”

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