La evolución ché: de la Juventus a Old Trafford
Marcelino ha corregido muchos de los “males” que arrastraban
El Valencia ha cambiado la cara en tres semanas. Tras la derrota ante la Juventus (0–2) en Mestalla todo se veía negro. Marcelino detectó una serie de causas. En Old Trafford, también en Anoeta, se pudo comprobar que muchos de aquellos puntos flacos ya se han subsanado.
Los males que veía Marcelino se han corregido en tres semanas. El técnico recalcó el pasado lunes en la sala de prensa de
Old Trafford que su equipo había aprendido de la derrota contra la Juventus. Decía el asturiano que al vestuario le había dolido lo sucedido contra los italianos y que les había servido para darse cuenta a muchos de ellos, novatos en estos menesteres, de lo que es la Champions. Aquella noche, tras el partido disputado en
Mestalla, Marcelino exponía cinco males que había acusado su Valencia frente a la Vecchia Signora, extrapolables también al titubeante inicio de temporada. Pero, a su vez, remarcaba entonces Marcelino que esos males “tenían solución” y contra el Manchester se comprobó que el Valencia mejora a paso firme.
Genera más peligro.
Nos cuesta generar peligro”, decía Marcelino al acabar el partido de la Juve.
En ese duelo el Valencia solo generó dos ocasiones de peligro. En Old Trafford, el Valencia ensayó ocho disparos a puerta, solo uno entre los tres palos, si bien, su sensación de peligro fue más presente. Al Valencia, esta vez, no le costó generar peligro sino definición, tanto de último pase como de remate. Pero el Manchester tuvo sensación de que en cualquier contragolpe podrían darle un golpe los Guedes, Rodrigo y Batshuayi.
Crecimiento de pilares.
“Hay jugadores que no están a su mejor nivel”, comentó con lamentación Marcelino tras la derrota en Mestalla ante los turineses. Aquel encuentro no lo pudieron disputar por lesión Kondogbia, Coquelin y Garay, tres de los pilares que mantuvieron al Valencia a flote en Manchester. Ellos y Guedes, que contra la Juventus no tenía el punto físico de ahora, mientras que otros como Parejo o Rodrigo no rendían al nivel de antaño. Marcelino comentó como una de las claves del irregular arranque de curso la no presencia de Kondogbia y Coquelin. Contra la Juventus actuaron Parejo y Wass. Desde que Marcelino puede contar con al menos uno de sus dos pivotes defensivos, el Valencia ha recuperado solvencia defensiva: solo un gol encajado en cuatro partidos.
Pundonor en Old Trafford.
Otra de las lamentaciones de Marcelino el día de la Juventus fue que “no ganamos duelos”. Ello no sucedió contra el United. “La clave para contrarrestar la mayor potencia física de ellos ha sido que íbamos antes al choque”, comentaba en zona mixta de Old Trafford Gayà, quien con su 175 centímetros y 65 kilos se las vio en más de una ocasión con Lukaku (191 y 95). El de Gayà es un ejemplo de los muchos que hubo contra los ingleses. Y no solo en el cuerpo a cuerpo. Guedes amargó la noche a Alexis y también a Valencia, que harto de que se le fuera una y otra vez, le pegó una patada de impotencia en el tobillo.
El cortijo de Garay y Gabriel.
Fue un mal contra la Juventus y también en muchos partidos de la temporada pasada: “Fallamos en los centros laterales”. En esa asignatura es en la que posiblemente más ha mejorado el Valencia. Y la prueba no era sencilla. Como dijo Marcelino en la previa, el United pasa por ser uno de los tres equipos más fuertes físicamente de Europa. Pero Garay y Gabriel, también Neto, que está ayudando más a los centrales con sus salidas, controlaron los remates tras centros laterales. Un ejemplo: el United sacó 11 córners y solo uno acabó en remate entre los tres palos.
Confianza en el trabajo.
El Valencia ha cambiado su signo. La primera victoria llegó contra la Real Sociedad, si bien, tras el partido contra el Villarreal ya empezaron a verse brotes verdes de puertas hacia dentro. “Nos falta autoestima”, comentó Marcelino tras los dos penaltis que supieron la derrota ante la Juve. Pero el empate en Vila-real, tras jugar los últimos 20 minutos con uno menos por la expulsión de Parejo, les hizo creer que estaban en el camino correcto. ¿Y cuál era y es ese camino? Ser fieles a sus ideas, a su estilo, a los planteamientos de Marcelino. Por ejemplo: inamovible el 4-4-2. Su evolución les está dando la razón... y el domingo, otra prueba mayúscula ante el Barcelona.