Spartak-Villarreal: dos crisis y una única solución
El Submarino se mide a un rival histórico pero deprimido
Tres meses después del tropezón de España en el Mundial y dos días más tarde del regalo del Madrid en Champions, otro equipo español comparece en Rusia con más temor a sus achaques que al histórico frío. El Villarreal, que empató en casa en el primer partido frente al Rangers, se enfrenta a un rival que está bastante peor. Por resultados y disciplina: Glushakov está apartado por criticar a su técnico. La dimensión de una crisis, queda claro, depende del contexto y de las comparaciones.
Si el estilo de Calleja pervive entre dos aguas (contra y extremos o posesión con interiores), el de Massimo Carrera (juego directo y ritmo alto) no está calando últimamente en Moscú. El alumno de Conte, después de ganar su liga en 2017 (la número 22), lleva una racha preocupante: el año pasado se despidió de la Champions con un 7-0 en Anfield, esta temporada desfalleció en la fase previa ante el PAOK, comenzó esta Europa League cayendo en Viena y ya acumula cuatro tropiezos consecutivos en su liga. Su puesto corre peligro.
Calleja rotará, como es habitual entre semana. Pero dejará menos suplentes de los deseados por las urgencias. Habrá un cambio por línea. Funes Mori, a falta de la opción de Iturra (no fue inscrito), seguirá aportando su garra de central al medio campo, a la espera de que Bruno vuelva un día y que Cáseres sane pronto. De su duelo con Fernando pueden saltar chispas. El Spartak, por su parte, cuenta con problemas arriba. Luiz Adriano no moja y, así, el equipo del pueblo es menos fiero. Zobnin y Samedov, dos de sus grandes pilares, ya mandaron a La Roja a casa en junio. Villarreal, pese al alivio de no jugar en casa (sin victorias), avisado quedas.