Universo Márquez en el paddock de Motegi
El campeón de MotoGP está como en casa en Japón, donde estrena casco con un samurái y su gato de la suerte, y donde tiene infinidad de seguidores
Alos pilotos les gustó mucho la experiencia de correr en Tailandia, entre otras cosas, por el caluroso recibimiento del público a todos ellos, con mucha variedad de colores en la grada. Eso pasa habitualmente en Japón, donde por el paddock se puede ver a un cabezudo con la cara de Rossi y, sobre todo, mucho fan de Márquez, que hace de este circuito su universo.
Le han llegado a regalar un caganer con su figura y una catana que no dudó en desenvainar y empuñar como el samurái que se ha puesto en el casco para la edición de este gran premio. Suele llevar diseño especial cuando llega la cita de Motegi, la casa de Honda, y tira de motivos locales para ello, así que esta vez ha optado por un samurái y el gato de la suerte que siempre le acompaña aquí, maneki-neko (“Ese no se mueve. Lo mejor es que cada año es el mismo. Se pone en una caja, lo guarda Shoei y me lo traen aquí porque saben lo que pasó en 2016 y el gato seguro que influye en algo”), todo ello en un casco en el que prevalece el dorado de campeón.
“Siempre que vengo a Japón es increíble. Son culturas diferentes y por eso trato de hacerles un guiño a todos los aficionados japoneses y cada dos años saco un casco especial. Me dieron la idea de unos festivales que hay aquí por las calles, en los pueblos, en los que cada familia tiene su logo y he hecho una especie de logo con la hormiga en plan japonés, y luego también hay unos dragones, tipo samuráis disfrazados...”, cuenta Marc del casco. Eso sí, sólo pudo lucirlo en la sesión de la mañana, porque por la tarde se quedó en el box al estar el asfalto mojado y presenció cómo su compañero Pedrosa lograba el mejor tiempo. “Hay que entender a veces que si el fin de semana estará todo en seco no merece la pena correr riesgos”,
“Siempre trato de hacerles un guiño a todos los aficionados japoneses”