La FIFA apoya a Rubiales frente a Tebas
El partido de Miami sigue siendo el gran escenario de forcejeo entre los dos poderes de nuestro fútbol. Rubiales,
que ha tenido el acierto de establecer una buena relación con Infantino y ha obtenido de este un pronunciamento formal de la FIFA, en la reunión en Ruanda, contra la celebración de un partido de LaLiga
fuera de las fronteras españolas. La FIFA
asegura tener poder para vetarlo, aunque invoca un artículo 71 que se refiere a partidos internacionales. Yo no pienso que un Girona-Barça sea un partido internacional, puesto que enfrenta a dos equipos de la misma Federación, aunque se pretenda jugar fuera de las fronteras. Son ya muchos pronunciamientos en contra del ‘plan Tebas’: la AFE, la Federación, el Madrid, la FIFA... El propio
Gobierno lo ve con extremo recelo, por si pudiera convertirse en un aquelarre independentista, dados los contendientes. Pero Tebas no ceja y anuncia que irá al
TAS con su idea. Siempre recuerda que la final de la Supercopa, Barça-Sevilla, se jugó en Tánger, en aras de esa expansión internacional de nuestro fútbol, pero aquello fue sustituir una final a ida y vuelta por un partido en campo neutral. Programar el Girona-Barça en campo neutral es otra cosa, y tiene todo el sentido que el
Madrid lo considere una ventaja. He ahí una buena idea, la de la expansión de la imagen de LaLiga, que en realidad ha servido sobre todo para poner de manifiesto la tensión entre Tebas y Rubiales. Dos tipos constructivos y dinámicos, que dirigen organizaciones fronterizas, de cuya colaboración podría esperarse mucho. Pero no estamos en eso, sino ante lo que tiene toda la pinta de convertirse en una escalada de pleitos. Tebas no creó los consensos necesarios para una idea más audaz y transgresora que otras anteriores, y ahora este pretendido Girona-Barça en Miami se ha convertido en una batalla crucial, que me parece que Rubiales espera que sea el Waterloo de su rival.
“DOS TIPOS CONSTRUCTIVOS Y DINÁMICOS QUE DIRIGEN ORGANIZACIONES...”
firme de la FIFA, que se agarra como a un clavo ardiendo al artículo 71 de sus Estatutos, que dicta que “independientemente de las competencias de autorización especificadas en el Reglamento de Partidos Internacionales de la FIFA, esta entidad podrá tomar la decisión final sobre la autorización de un partido o competición internacional”.
E n t o d o caso, LaLiga podría rechazar este argumento del artículo 71 al entender que el Girona-Barça no es un partido internacional aunque se dispute fuera de España y acogerse a las referidas competencias de autorización del Reglamento ya que tiene la aprobación de los clubes, Girona y Barça, para jugar en Miami. Pero quizás tampoco sería suficiente. Porque también precisaría del permiso de las federaciones de España y Estados Unidos y de sus respectivas confederaciones, la UEFA y la CONCACAF, que en este asunto están alineadas con la FIFA porque a un año de las elecciones en la organización, Infantino, que aspira a ser reelegido, no puede permitirse perder votos. Ni por este asunto ni por ningún otro.
Posición FIFA cree que el artículo 71 de su reglamento avala la prohibición