AS (Levante)

En San Mamés está prohibido empatar

Athletic y Valencia han firmado 13 tablas este año y sólo los tres puntos les sacan del agobio

- ALFONSO HERRÁN

Es como un Clásico que antecede a ese gran Clásico con mayúsculas. Los Athletic-Valencia no tienen el impacto de un Barça-Madrid pero son una gran oferta que invita a sentarse y disfrutar. Eso sí, este pulso entre dos equipos con tanta historia repetido decenas de veces en Liga llega en mal momento para los protagonis­tas. Vamos, que malviven en el infierno de la tabla, cuando su aspiración clara es pelear por Europa. Arrastran 13 empates en un global de 18 partidos de Liga, más que nadie (siete los che y seis los rojiblanco­s). Punto a punto no se anda el camino que tienen trazado, así que hoy no le vale a ninguno firmar más tablas.

La llegada de un equipo con cartel Champions es una buena noticia para

San Mamés, aunque parezca una incongruen­cia. Porque el Athletic se está comportand­o mucho mejor ante los grandes (Madrid, Barça y Betis) que ante los pequeños (Huesca, Eibar, Rayo...); así que anda al borde del descenso, a un punto. Berizzo, todo certezas en julio, empieza a tartamudea­r con las decisiones y en estos tres partidos seguidos (incluyendo el aplazado ante el Rayo del miércoles) apenas ha variado las convocator­ias. Ha hecho un núcleo duro ante la crisis. En este caso recupera a Núñez por un Nolaskoain que anda mareado entre el A y el filial y la posición de central y mediocentr­o. El Toto quiere insistir en su propuesta de llevar la iniciativa. No se permitirá el lujo de reservar a Raúl García para la segunda parte como en Vallecas. Aduriz saldrá en su posible adiós al Valencia en casa.

Marcelino trata de perseverar en una fórmula que le dio el éxito la pasada campaña. Van nueve empates en sus doce partidos oficiales entre Liga y Champions, que esconden sensacione­s amargas, especialme­nte por la segunda parte ante el Young Boys. El propio técnico no niega que hay una falta de confianza de los jugadores ante la negación de victorias. No se esperan muchas variacione­s en la alineación y casi todas serían por cuestiones de enfermería. La lesión de Piccini dejaría hueco en la derecha a Vezo y Coquelin tiene opciones por delante. Garay es favorito en el centro de la zaga. Guedes y Cheryshev, los puñales por la izquierda, dejan vía libre por lesión a Soler.

Raúl García Berizzo ha aprendido del error de Vallecas y lo pondrá de salida

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