El Molinón empieza a ser un problema para Baraja
El Córdoba logra en Gijón su primer punto fuera
El estadio El Molinón-Quini, que la pasada temporada había sido un fortín para el Sporting, empieza a convertirse en un problema para el equipo rojiblanco y para su entrenador, Rubén Baraja. El Córdoba, que hasta anoche no había logrado un solo punto como visitante, consiguió el primero en su visita a Gijón y abrió aún más la herida que preocupa ahora misma al sportinguismo: el divorcio de la afición con su club.
Nervioso. El Sporting no estuvo cómodo en ningún momento del partido. El equipo asturiano se mostró desde el inicio nervioso y con escasez de ideas, quizá por la enorme presión ambiental a la que le está sometiendo su afición, que solo esperó tres minutos para empezar a abuchear a sus jugadores.
El Córdoba fue más ambicioso porque llevó la iniciativa del juego en la mayor parte del encuentro y prefirió jugar más en el campo rival, buscando la portería contraria. El conjunto de Sandoval quizá pecó de conformismo en la segunda parte y por ello no se encontró con un mayor botín en esta salida.
El equipo de Baraja disfrutó, no obstante, de algunas ocasiones para haber batido a Carlos Abad. La mejor, en una volea extraordinaria de Robin Lod que se fue a estrellar en el larguero (30’). Fue la mejor oportunidad del encuentro.
En la otra portería, Mariño debió emplearse a fondo, sobre todo en un disparo de Aguado en la primera mitad. El Córdoba sólo amenazó, no obstante, con disparos lejanos.
Al final, reparto de puntos ante la peor entrada de esta temporada en El Molinón-Quini y una de las peores de los últimos años en partido liguero. Es el peor síntoma del momento que vive el Sporting.