De enemigos históricos al ‘derbi del buen rollo’
Herrero medita una revolución ante un Cartagena al alza
Difícilmente se recuerde por esta Región un derbi con una previa tan amistosa. A nadie escapa que son dos enemigos históricos, por décadas irreconciliables, y que en el último lustro incluso con aficiones negándose a viajar o directivos en la grada. Todo eso, por suerte, es pasado. Con la directiva de Chema Almela debutando en el palco, la albinegra de Paco Belmonte recogió el guante. Tal es el buen rollo que en el palco no cabrá un alfiler y hasta el mismísimo presidente autonómico López Miras se apunta a la fiesta. ¿Y en la grada? Más de lo mismo. Quizá sea porque ambos bandos se han visto recientemente al borde de la liquidación del club de sus amores, y ahora, con el sol en el horizonte, han descubierto qué es lo más importante.
Los días de piropos y abrazos quedan aparcados y el balón rueda ya. Y en este partido, con el Cartagena metido en playoff y recuperando Munúa a Jesús Álvaro, Vitolo pide paso en el centro del campo e incluso no es descartable que alinee de golpe el uruguayo a tres ex murcianistas que se marcharon por el trato recibido por los Gálvez y Toni Hernández: Pedro Orfila, Santi Jara y Elady Zorrilla. No se trata de rencor a los colores, sino a unos dirigentes que ya no están.
La sonrisa del Cartagena contrasta con la preocupación de Herrero, que quiere reencontrarse con el gol. Y quizá lo haga con revolución: con un trivote, el regreso de Héber Pena, José Ruiz y, especialmente Hugo Álvarez y Alfaro (que forzarán). Y en punta, Aquino. Toda una novedad. Hay derbi. ¡Que gane el mejor!