TEST EN BAHRAIN Alonso prueba el Chevrolet de la Nascar
El asturiano también se subió a un McLaren Mercedes de 2013 que después cedió a Jimmie Johnson, heptacampeón del certamen norteamericano. Con este test acaba su temporada tras el adiós a la F1
Dice que lo hace por diversión y probablemente sea así, pero cuando Alonso se sube a un coche de carreras conviene seguir sus pasos. Ayer cerró el curso 2018 con el test prometido: pilotó el Chevrolet Camaro ZL1 de la Nascar y prestó su McLaren a Jimmie Johnson,
heptacampeón en EE UU.
El asturiano comenzó con las vueltas de instalación en
Bahrain a bordo del McLaren, un MP4-28 de 2013 con motor V8 Mercedes que nunca pilotó en competición, sonido de
vieja F1 para despedirse de los monoplazas que más le han hecho disfrutar. Ambos fijaron vueltas de referencia con sus coches y después se los cedieron mutuamente. Entre las dificultades para Fernando: rodar con muy poca aerodinámica y menos agarre que un F1. En decenas de vueltas, Fernando replicó los tiempos de Jimmie con el Chevrolet y el norteamericano hizo lo propio a bordo del MP428, ambos sin buscar el límite.
En uno de sus test más recientes, con el IndyCar preparado para circuitos (no para óvalos) en Barber, las impresiones de Alonso no fueron del todo positivas en cuanto a prestaciones. Sobre la Nascar, el asturiano reafirma que entre sus objetivos no están los stock cars y para 2019 el plan es completar el WEC con Toyota, regresar a la Indy 500 y añadir carreras como las 24H de Daytona, manteniendo abierta la posibilidad de renovar con Toyota. En 2020 sí podría completar un campeonato, ya sea F1 o IndyCar. Pero quién sabe si esta jornada en
Sakhir ha despertado el gusanillo de la Nascar...
Futuro
A pesar del test, la Nascar no está en sus planes para 2019
‘Motorsport’.
“Ha ido como esperaba. Sabía que los coches eran muy básicos en cuanto a tecnología. La caja de cambios es de cuatro marchas y la última vez que piloté una caja en H fue en 1999. Fue volver para atrás en el tiempo, pero aun así el coche tiene mucha potencia por la cantidad de agarre que tiene y te diviertes en la pista”, aseguró Alonso al bajarse del Chevrolet Camaro
en declaraciones recogidas por Pese al lógico cansancio del viaje desde Abu Dhabi, el español demostró buen humor: “Se suponía que solo iba a pilotar el Nascar, pero tenía sentido que hiciera la vuelta de instalación y comprobase que el coche iba bien. Así que me encontré en el ‘cockpit’ a las 10:00 de la mañana después de haberme retirado ayer. Fue superdivertido, incluso aunque desde dentro del coche el ruido no es tan diferente al de los coches que conducimos ahora”.
La pregunta esperada: ¿se plantea correr la Nascar? Tajante el ovetense para no alimentar más rumores: “No estoy pensando ahora en eso. El rendimiento de estos coches viene de la experiencia, de los rebufos y de las técnicas de pilotaje, de apretarse los unos a los otros. Necesitaría muchísimo compromiso, porque no soy tan habilidoso en esos aspectos. Y el calendario que tienen es muy intenso. Quizás una cita, algún día, pero no todo el campeonato”.
Alonso disfrutó al volante, pero reconoce que estuvo lejos de poder sacarle su máximo rendimiento: “Estuve muy lejos de hacer una vuelta buena. El estilo de conducción todavía no está muy claro para mí, cómo es la mejor manera de hacer una buena vuelta. Encontré muchos problemas en frenada, tiene mucho retardo por el peso del coche, los frenos de acero, en comparación con los que estoy habituado. Y la tracción, con estos neumáticos, con tanta potencia, es complicado de gestionar. En 1ª, 2ª, 3ª, sigues haciéndolas patinar y no sabía si ir a fondo o controlar el acelerador y perder un poco de rendimiento en las salidas. Al final, no está tan claro qué sería necesario en estos coches”.