Isco mantiene su pulso con Solari y hace una encuesta sobre su peso

Preguntó en su perfil de Instagram: “¿Estoy gordo?”

Isco alimentó ayer el debate sobre su estado de forma. Horas después de que corriera por la red una foto suya en la que unos supuestos michelines dejaban entrever que el malagueño se encuentra fuera de peso, él subió una foto en su Instagram luciendo tipo y con el torso al descubierto, acompañándola de una encuesta para sus más de 16 millones de seguidores: “¿Estoy gordo?”. El veredicto final fue muy ajustado. Sólo el 45% contentó que “no”. Hubo quien, incluso, llegó a especular con que esa foto no era actual o que había empleado photoshop para modificarla.

Esa división de opiniones en torno a Isco también se había producido el sábado, cuando el malagueño salió al campo como el tercer cambio (por detrás, incluso, de Valverde) en el minuto 80 del encuentro contra el Valencia. En esa ocasión el dictamen también resultó amable para el madridista. La mayoría de la grada le recibió con aplausos, mientras que una minoría reaccionó con pitos.

El malagueño, que fue suplente por séptimo partido consecutivo y aún no conoce la titularidad con Solari, se convirtió en uno de los protagonistas negativos de la semana pasada después de haber sido descartado a última hora para el encuentro de Champions contra el Roma. Solari le hizo viajar a la capital italiana, pero finalmente le mandó a la grada. El técnico considera que Isco está fuera de forma después de la operación de apendicitis a la que se sometió el 25 de septiembre y tampoco le ha gustado su actitud en algún partido; mientras, el jugador ha tratado de disimular que la situación le incomoda y el viernes subió una foto a sus redes sociales junto a Modric

y con el mensaje: “El poder de una sonrisa”. Sin embargo, esa aparente alegría quedó en entredicho justo cuando González González decretó el sábado el final del encuentro. Mientras el resto de compañeros saludaban a la afición y algunos lanzaban sus camisetas a la grada, Isco se fue con Asensio

directo al túnel de vestuarios, manteniéndose al margen de la celebración.

Algunas fuentes aseguran que el principal punto de fricción entre jugador y entrenador se produjo tras el encuentro de Eibar. Isco habría mostrado en el autobús del equipo su malestar por el ostracismo que está viviendo desde el cambio de entrenador. Su descarte en Roma vendría a ser la respuesta de Solari a esa protesta, pero parece que el técnico le irá levantando el ‘castigo’ poco a poco. “Decisiones puntuales en momentos puntuales”, suele decir.

Polémica El sábado circuló por internet una foto suya con aparente sobrepeso