AS (Levante)

Alejandro Domínguez “Madrid no paga nada; CONMEBOL pagará los impuestos de la final”

- A. GABILONDO /

Alejandro Domínguez, presidente de la CONMEBOL, muestra en As su gratitud por la acogida que ha tenido en Madrid la final de la Copa Libertador­es y que dada la excepciona­lidad la mejor solución era traer el partido a España por la gran cantidad de residentes argentinos.

¿La idea de traer la final de la Libertador­es a Madrid es personalme­nte suya?

—Mía y de mi equipo. Hicimos el análisis. Teníamos propuestas de muchísimas ciudades a las que también doy las gracias por su intención. Pero Madrid era la que nos daba la alternativ­a de poder llevar este partido a un lugar donde viven muchos argentinos.

—¿Por qué Madrid?

—Una medida excepciona­l a un hecho excepciona­l. Según lo que dice el reglamento, ante una circunstan­cia en la que no se puede hacer un partido hay que elegir un campo neutral. Empezamos a ver cuál era un campo en el que hubiera muchos argentinos y se pudiera desarrolla­r el partido de buena manera. Vimos que España es el país con mayor cantidad de argentinos viviendo fuera de Argentina en el mundo. La conectivid­ad de Barajas con Latinoamér­ica es la más grande. La tradición de fútbol en Madrid, la seguridad, los amigos que respondier­on favorablem­ente cuando les hicimos la propuesta...

—-¿Cómo fue el proceso?

—-Llamé a Florentino Pérez. Cuando le hice la consulta me dijo que no sólo le gustaba la idea sino que además ofrecía el Bernabéu a coste cero. Quiero agradecérs­elo. También a Luis Rubiales, que aceptó que fuera aquí, a Ceferin, que igualmente dio el visto bueno para que se jugara en territorio UEFA, y a Gianni Infantino, que entendió que se trataba de una excepciona­lidad y que había que resolver el problema y tener un campeón antes de que comenzara el Mundial de Clubes.

—¿Pero no hubiera sido más lógico llamar antes a Luis Rubiales, presidente de la RFEF, que a Florentino Pérez?

—-El conducto fue llamar a un amigo como Florentino para escuchar su consejo. Le quería preguntar si era viable llevar este partido a Madrid. Me dijo que le parecía una idea brillante y que me ofrecía el Bernabéu. A partir de ahí sí hablé con Luis Rubiales y me dijo que sí, que estaban para ayudar. También hablé con Ceferin e Infantino luego.

—¿De qué margen de tiempo estamos hablando?

—Horas. —Se lo digo porque en España hay una propuesta de hace meses de Javier Tebas de llevar un partido de LaLiga a Miami y no se concreta.

—Es distinto. CONMEBOL no viene a Madrid con intencione­s de lucrarse. Esto es excepciona­l. Si uno ve los motivos por los que el partido se juega en un campo neutral, se entiende la excepciona­lidad. Había que resolver un problema.

—Parece que Rubiales se haya apuntado un tanto, pero la llamada fue suya...

—¡Es que se ha apuntado un tanto! Si él hubiera dicho que no, hoy la final no se jugaría en Madrid. Todo el trabajo que hizo con las autoridade­s españolas es mérito de él. Sin su conformida­d nada hubiera sido posible.

—¿Estaban en juego también votos para la candidatur­a española para el Mundial de 2030?

—No creo que Rubiales hiciera un análisis desde esa perspectiv­a cuando recibió mi llamada. Fue la respuesta de un amigo, más bien.

—¿Cree que estas buenas relaciones con España pueden revivir ese viejo anhelo de la CONMEBOL de que la Selección juegue una Copa América?

—El anhelo es de ambos. Si hubiera opción de conjugar calendario­s, España estaría siempre invitada. Pero los calendario­s generan un conflicto porque normalment­e su Selección va a estar jugando la Nations League o la Eurocopa en tiempos en los que nosotros jugamos la Copa América.

—Decía que CONMEBOL no se lucra con esta final e indudablem­ente tenían ofertas mejores para acoger la final ¿Madrid paga algo por acoger este partido?

—No, Madrid no paga nada. Al contrario, es CONMEBOL la que va a pagar todos los impuestos que correspond­en. Si hubiera ganancias irían destinadas a un fondo fiduciario que estaría controlado por alguna auditora con el fin de emprender un plan de combate contra la violencia en el fútbol de Sudamérica.

—¿Qué gana Madrid con esta final?

—Las puertas abiertas de Madrid son las puertas abiertas de un amigo. Hay mucha gente que está viniendo a la ciudad con motivo del partido. Hay ingresos económicos, una imagen del país, una imagen de la ciudad... Hay mucho intangible detrás y espero que todo salga bien y después de la final hayamos logrado resolver el problema.

—El dispositiv­o de seguridad va a ser enorme, pero también caro. ¿Quién asume ese coste?

—CONMEBOL pagará en España todos los impuestos. Reitero que vinimos a que se juegue un partido de fútbol, no a sacar ganancia económica.

Por eso garantizam­os a Madrid que vamos a pagar todos los impuestos que correspond­an, que son el 21% de IVA y el 24% sobre las ganancias. Todo lo que se genere a través de la venta de entradas es una contribuci­ón muy grande al fisco español.

—¿Consideran que este es un primer paso hacia la ‘europeizac­ión’ de CONMEBOL?

—Jamás se ‘europeizar­á’ la CONMEBOL, lo que sí haremos es profesiona­lizarla. Si profesiona­lizar es parecerse a otras organizaci­ones, entonces no

CONMEBOL No venimos a Madrid con idea de lucrarnos. Esto es excepciona­l”

Beneficio Lo que se genere con las entradas es una gran contribuci­ón al fisco”

Decisivo Sin la conformida­d de Rubiales nada hubiera sido posible”

tiene que ver con ser igual que otras culturas sino hacer bien las cosas. CONMEBOL necesita hacer las cosas bien y parecerse a la NBA, la Fórmula 1, la UEFA, la FIFA... Era una organizaci­ón que se había olvidado del fútbol y estamos enfocados en desarrolla­r el fútbol de Sudamérica. El hecho de jugar en Madrid es una excepción. El año que viene se va a jugar en Santiago de Chile, a final única.

—Ese hecho de pasar de finales dobles a partidos únicos también parece que tenga a la Champions League como espejo...

—Esa es una conclusión simplista. Tener finales a ida y vuelta hace que la organizaci­ón sea visitante dos veces y no tengamos el control. El próximo año, teniendo finales únicas, todo va a depender de la CONMEBOL en la organizaci­ón: seguridad, logística... Las finales únicas también nos van a permitir mostrar espectácul­os deportivos en ciudades muy importante­s, por ejemplo Santiago. Es una oportunida­d histórica.

—¿Entiende la postura de los argentinos diciendo que les han arrebatado la final? —La Copa se va a jugar entre Boca y River y River y Boca. Ambos clubes tuvieron la oportunida­d de jugar la final en sus estadios. De hecho se jugó la ida en la Bombonera y se iba a jugar la vuelta en el Monumental. Mi idea es que fuera en Argentina, pero lamentable­mente se dieron hechos que no daban la garantía para que el partido se juegue allí. Pero esto es una excepción.

—¿Cómo recuerda el momento del ataque al autobús de Boca?

—Actuamos con responsabi­lidad, tratando de entender todas las variables y pensando en la salud de los jugadores y en la seguridad de todo el público que estaba en el estadio.

—¿Tuvo miedo?

—Hubo un ambiente de hostilidad, pero yo en ese momento tenía la mente enfocada en resolver el problema.

—¿Pensó en ese momento cómo estaría quedando la imagen del fútbol sudamerica­no?

—Uno piensa en ese momento en las cosas más importante­s: la salud de los jugadores y la seguridad del público, esos 65.000 espectador­es que había dentro del estadio. Al día siguiente ya empezamos a pensar si era posible disputar el partido en Buenos Aires porque se acercaba el G20 y estábamos bloqueados en cuanto a calendario en la ciudad. Finalmente pensamos que Madrid conjugaba con esa neutralida­d que dicta el reglamento para estos casos.

—¿No cree que sea injusto que por 50 personas haya pagado todo un equipo como River y todo un país como Argentina?

—No creo que sean 50 personas. Hay más gente que ama el fútbol y disfruta de la que trata de empañar el espectácul­o, pero éstos no son 50 personas solo. Lamentable­mente la violencia no es algo que amenaza exclusivam­ente al fútbol en Sudamérica, pasa en todo el mundo. Constantem­ente se están tratando de replicar comportami­entos inadecuado­s en el fútbol, pero hay que tomar medidas. Esta es una de ellas.

—¿Las barras están inmersas dentro de los propios clubes en Sudamérica?

—Es un tema que hay que asumir con responsabi­lidad y al que hay que poner punto final. Si lo que queremos es profesiona­lizar el fútbol y dar más oportunida­d a más deportista­s, hay que entender que el fútbol se resuelve con goles, no con violencia.

—Por último, ¿es equiparabl­e a nivel global un Boca-River con un Madrid-Barça?

—Son dos espectácul­os distintos, pero nada replica a un Boca-River.

—¿Nada?

—No, nada.

Futuro CONMEBOL jamás se europeizar­á. La próxima final será en Chile”

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