AS (Levante)

Leyenda y pionera de la gimnasia

- ENRIQUE OJEDA ■

Cuando este otoño Simone Biles logró su cuarto título mundial, la prensa estadounid­ense se preguntaba si su gimnasta no sería la mejor de la historia. Porque esa es una interrogan­te recurrente en este deporte, comparar, decidir y señalar al mejor. Eso, sin embargo, nunca lo harían los verdaderos conocedore­s de la gimnasia, que saben que las épocas y los ejercicios son incomparab­les, ya que de unos aprenden los siguientes. Por ejemplo, las asimétrica­s míticas de Nadia Comaneci en los Juegos de Montreal no son objetivame­nte las mismas que ejecutó cinco años después Maxi Gnaud en el Europeo de Madrid.

Ahora bien, sí hay transcende­ncia, gimnastas que abren la puerta con su trabajo a las venideras, y que siguen vigentes durante décadas, como las rusas Natalia

Yurchenko o Ludmila Turischeva. Y es el caso de Larisa

Latynina, la primera leyenda de la gimnasia femenina, la que inició el cambio, la que logró que su nombre tuviese una relevancia internacio­nal antes incluso de que la televisión en directo entrase en los Juegos

Olímpicos. Quien hoy tenga la oportunida­d de ver su gimnasia en los vídeos que circulan en la web, en asimétrica­s o en suelo, donde fue la mejor, no verá ni las acrobacias ni las dificultad­es casi circenses de las mejores del momento, pero si decide seguir una a una a sus sucesoras, irá comproband­o que Larisa dejó huella en todas, que mejoraron las dificultad­es de aquellos ejercicios que ahora parecen inocentes, pero que fueron el germen de lo que vendría después. Las pioneras son así, y Latynina lo es en toda su dimensión.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain