Mou ahora, ¿para qué?
Me desayuné ayer con el despido de Mourinho. Crónica de una destitución anunciada. Normal tras la desastrosa temporada que llevan los ‘red devils.’ Lo que me dejó alucinado es lo rápido que en todos los foros surgió la posibilidad de que el técnico de Setúbal sea el futuro relevo de Solari. Mou ahora, ¿para qué? Entendí y aplaudí en su momento su llegada. En el verano de 2010 era un entrenador de éxito, que había ganado la Champions con el Oporto y otra Orejona con el Inter. Esa fue la mejor. Privó al Barça de Guardiola de llegar a la final del Bernabéu. Evitarnos ese berrinche terrible a los madridistas le legitimaba y por eso le recibimos con los brazos abiertos. Y cumplió en sus dos primeros años. Frenó la hemorragia con aquel equipo de Puyol, Xavi, Iniesta y Messi, levantó una gran Copa en Mestalla y ganó en 2012 la Liga de los Récords, con los famosos 100 puntos y 121 goles.
Pero su obsesión por ser The Special One le enfrentó a los jugadores que le habían dado el éxito. Empezó con Casillas, siguió con Ramos, continuó con Pepe y acabó con el propio Cristiano. Su tercer curso fue un desastre, culminado con la derrota ante el Atleti en el Bernabéu en la final de Copa y él expulsado. Un triste epílogo con tres semifinales de Champions seguidas, que ahora parecen insignificantes viendo todo lo bueno que llegó después. Sin tanta bronca y sin malos rollos, Ancelotti ganó la soñada Décima. Y Zidane, otro entrenador que prefiere regalar una sonrisa que una mala cara, pasó al Olimpo con tres Champions consecutivas. Ojo, sin darse importancia. Mou fue bueno en la primera parte de su primera etapa en el Madrid,
pero insistir en él ahora que viene de fracasar deportivamente en el United me parece absurdo y falto de instinto estratégico. El tren de Mou pasó ya hace mucho y descarriló en la última curva. No tiene sentido iniciar una Operación Retorno
que puede acabar con todos en el diván del psicólogo...