LAS CLAVES DEL NUEVO PROCESO
Aparece Peñalver. En la segunda jornada del juicio, Seth Peñalver, supuesto cómplice de Ibar ya exculpado, se personó en la sala y fue expulsado al ser testigo de las dos partes.
Bajas en el jurado. Durante los primeros días, un hombre, por quedarse dormido en el juicio, y una mujer, por enfermedad, dejaron el jurado.
Huellas y manipulación. El investigador del escenario del crimen dijo que había hallado más de 100 huellas y que ninguna era de Ibar. Además, el fiscal y un expolicía manipularon pruebas sin guantes delante del jurado.
Visita española. Una delegación del Senado asistió a las primeras vistas y salieron con buena impresión, pero Francisco Molinero Hoyos, de la comisión de Justicia del Congreso, sufrió un infarto del que se recuperó.
Foy, impreciso. Gary Foy, único testigo ocular, reconoció que hizo la identificación fotográfica influido por su mujer, que le pidió que no se involucrara en el asunto. Además, admitió que los hombres que vio en la rueda de reconocimiento junto a Ibar no eran los de las fotos.
Soborno. Gene Glemetzko, conocido de Ibar y Peñalver, reveló que el detective del caso le había pagado 1.000 dólares por testificar que les había visto coger un arma del piso que compartían.