Aquino intenta irse y el club pide compensación
“Busco estabilidad familiar”. Cláusula: 300.000 euros
Dani Aquino ha puesto al Real Murcia contra las cuerdas. Su mejor jugador, y también el mejor pagado, quiere dejar el club. Así lo hizo saber públicamente tras la sesión matinal, comunicando algo que ya sabía desde días antes el Consejo. “Creo que es lo mejor para el club y para mis compañeros, por el tema económico. Pongo mi granito de arena porque tengo un contrato alto y se podrán ahorrar mucho dinero. Es una cuestión únicamente familiar. Me habría gustado venir con una oferta económica, pero tengo 28 años y soy un jugador de Segunda B, veo que es imposible traerla”.
Se ve jugando en el extranjero, pero el club grana no quiere dejarle marchar. Desde el Real Murcia se ha hecho todo lo posible, poniéndole casi al día y que sólo se le adeude diciembre. “Me da cierta vergüenza que con mi ficha se pueda pagar a compañeros y empleados que no están cobrando” explicó. Justo antes de atacar a Pedro Cordero y Francisco Tornel: “No están haciendo las cosas bien, utilizan al club como negocio y no quiero que me usen como mercancía. Les pido humanidad. A AFE se le dijo que los futbolistas podríamos salir por motivos económicos y conmigo no se ha cumplido”. Y es que el murciano insistía en que “quiero a este club, pero por encima está mi familia. Busco una estabilidad que no sé si se dará de aquí a final de curso. Pasé meses muy malos, pude irme con una cláusula en septiembre, también cuando se nos debían tres mensualidades y aún así decidí quedarme. Es un acto de fe, una rescisión se hace en cinco minutos. Eso es lo que le estoy pidiendo a Cordero y a Tornel”.
El Consejo pide dinero. El presidente Chema Almela quiere convencer a Dani Aquino que se quede al menos hasta final de temporada, pero lo ve complicado: “No podemos dejarle salir gratis. Ahorrarnos su ficha no es suficiente porque es uno de los grandes activos del club. Quien le quiera debe dejar un dinero. Es el ídolo de la afición y aunque sabemos que si insiste no podemos evitar su marcha, queremos una compensación”. La cláusula es de 300.000 euros, y el club bajará muy poco esas condiciones.
Atacando “Humanidad; Cordero y Tornel me quieren usar como mercancía”