Cristiano reina en Dubái
Ganó su quinto Globe Soccer al Mejor Jugador por delante de Griezmann y Mbappé y el premio al Mejor Gol
Era su noche. Todo estaba preparado a la medida de Cristiano Ronaldo. Desde la tarta con un CR7 de nata que le preparó el estrella Michelín Sebastiano Maio, hasta los 20 minutos que estuvo hablando con Sheik Mohamed bin Rashid Al Matkoum, el mandamás de Dubái y vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos, o uno que se parecía a él porque nadie podía asegurar que fuera el número uno, que igual era el dos o el tres. “Como se parecen todos así vestidos”, decía uno del séquito de más de 30 personas que llevaba el clan portugués.
En una pantalla 4K como cuatro porterías recogió su primer premio, al Mejor Gol, a las 21:49 con una chaqueta de purpurina de oro, camisa blanca, corbata negra y pantalones negros, y unos calcos poderosos y relucientes: “Es el mejor de mi carrera y los que saben de fútbol saben su dificultad”.
Antes de cerrar una gala presidida por Gianni Infantino, presidente de la FIFA, en la que estuvo presente Javier Tebas, recibiendo el premio a mejor jugador, Cristiano subió de nuevo al escenario. Esta vez para entregar el premio al mejor agente. Al abrir el sobre y antes de decir el nombre y tras el “The winner is... para el para mí y para todos mejor agente del mundo, Jorge Mendes”. Su agente se lo agradeció y se lo dedicó a “mi gente de Gestifute, a mis entrenadores y a mis jugadores”.
Y llegó el momento. Tras recoger sus premios los Capello, Boban, Matuidi, Ronaldo Nazario, y Deschamps, el mismo seleccionador francés abrió el sobre. No había duda. No dijo el nombre de Mbappé ni de Griezmann. Dijo el de Cristiano.
Aclamado por unas decenas de niños presentes de la Academia de la Juve, volvió a subir al escenario por tercera vez en la noche con su facha de galán de Bollywood. Dedicó el premio a su madre y hermanos, a su novia, a sus hijos, a Mendes... “Espero ganar muchos trofeos para la Juventus. Mi nueva vida está allí”. Y tras unas palabras de cariño a Dubái, Cristiano agradeció especialmente a “los chavales me motivan para jugar, marcar y hacer regates, me dan fuerza”. Del Real Madrid, ni una palabra. Y se fue tan feliz con el trofeo dorado que desde lejos parece el Balón de Oro.