El Sevilla muestra su sed de Copa
Devolvió a la cruda realidad a un Athletic conformista y sentenció los octavos
La Copa brindó por un espectáculo que tuvo de todo en el primer asalto de San Mamés. Goles, el VAR tachando un tanto por una jugada en la que hubo que rebobinar mucho, meritorios… y, por encima de todo, un Sevilla que demostró ser un señor equipo, aunque estuviera desnudo de gran parte de sus titulares y pusiera en liza a gente de refresco. Los pupilos de Machín viajan con autoridad por los tres torneos que disputan y el Athletic, aunque va sacando la cabeza de las alcantarillas en la Liga, aún no tiene armadura para misiones ante enemigos de este calibre. Los octavos quedaron ventilados en Bilbao.
El Sevilla marcó la pauta y controló el partido en todo momento, aunque el Athletic ofreció cierta gaseosa por la banda derecha de inicio. Los hispalenses, con Mudo Vázquez filtrando pases con su batuta, dominaron los resortes del encuentro de ida, se replegaron con orden y cuando se desplegaban en tres cuartos combinaron a placer. Son potentes, poderosos, competitivos, futbolistas de calidad… y el Athletic ejerció de recién salido de la zona de descenso, con unos temblores defensivos preocupantes. Nolito encarriló el partido en el minuto seis con un gol de artista. Sacó su chistera y luego dio la asistencia del 1-2.
Tras el penalti a lo Aduriz que se inventó semanas atrás, Aritz protagonizó el gol del cojo a pase de Núñez de cabeza. Elevó la pierna mucho y se hizo daño. Pero el VAR echó la vista muy atrás y comprobó que en un movimiento anterior el propio punta donostiarra estaba en fuera de juego en un centro de Iturraspe.
Un córner permitió a San José poner las tablas. El anfitrión se desplomó en el turno de los cambios por parte de ambos bandos. André Silva metió el segundo y envió a la lona a los leones, que se dejaron ir de forma lastimosa en el tramo final como un grupo minúsculo. Consintieron el tercero y se pusieron a pensar en la continuidad de esta trilogía con el Sevilla: el domingo, turno liguero.