Daniel Elena amenaza con irse: “¡No soy tonto!”
El copiloto de Loeb, enfadado tras perder 30 minutos en la tercera jornada por “un fallo del ‘roadbook”: “A ver si estoy aquí otra etapa”
Ganó la última etapa, castigó al resto con una minutada, dio un susto a Nasser Al Attiyah, líder de la general, y compañía, pero... el enfado de Daniel Elena, copiloto de Sébastien Loeb en el Peugeot, no se acaba con un triunfo parcial. ¿Contento con el ritmo y enfadado con el roadbook?
“Exactamente, ahí tienes la respuesta”. Responde en un castellano trabajado, porque es descendiente de españoles, el monegasco se explica en As: “El problema fue aquel libro de ruta de la tercera etapa, que dicen que está bien y es una tontería”.
Se queja de notas erróneas en torno al kilómetro 180, en un tramo de pista, en el que tanto él como Nani Roma o
Cyril Despres perdieron tiempo dando varias vueltas para encontrar un waypoint. “Como llegamos primeros perdimos
más tiempo. Claro, después de cinco o diez coches hay trazas en el suelo y la puedes seguir, pero esos 30 minutos que perdí son problema del ‘roadbook”,
sentencia. Su enfado es grande e incluye
amenazas: “A ver si sigo aquí para la próxima etapa, porque no estoy seguro. Que ayer
(por el jueves) también había alguna tontería en el libro, igual que lo de correr con niebla. Yo estoy con Sébastien, es mi amigo, él entiende que por el equipo y los patrocinadores lo mejor es continuar, pero si vamos a hacer el Rally de Montecarlo podríamos llegar descansados”. Y deja dos peticiones: “Tienen que quitarnos el tiempo que perdimos aquel
día y deben avisar al equipo de campo que pasa por los tramos para finalizar las notas de navegación, para que hagan bien su trabajo, que ya es demasiado”.
Elena, de 46 años y uno de los mejores copilotos de rallys de siempre, nueve veces campeón de mundo de Rallys junto a Loeb, nunca ha ocultado que los raids no son su especialidad. Pero se reivindica ante los problemas de navegación de aquel tercer día: “Si fallo en una duna, con un ‘waypoint’ camuflado, bueno, vale. Pero yo no me puedo equivocar en una pista que está marcada. Que no soy tonto. Que no era un fuerapista, ¡estaba en la pista!”.
“Deben avisar al equipo de campo para que haga bien su trabajo”