El ‘factor Jordi Alba’ reventó el último Clásico
Descosió a Bale y al Madrid; Solari optará por Lucas
Aunque las imágenes del último Clásico terminaron siendo las del hat-trick de Luis Suárez, el 5-1 de Vidal y la imagen de un Madrid roto y con su entrenador despedido, quien hizo saltar por los aires el partido en la primera parte fue Jordi Alba (29 años). Aprovechando la dejación de funciones defensivas de Gareth Bale, martilleó una y otra vez al Madrid por su banda izquierda. Después de un desplazamiento de Rakitic en el minuto 11, el lateral corrió al espacio por medio de una autopista y encontró a Coutinho (Messi estaba ausente), que marcó el 1-0 y abrió un partido que el Barça terminó jugando a placer. Por su zona también llegó el penalti del 2-0.
El peso de Jordi Alba, 14 asistencias esta temporada (la mejor de su carrera), ha crecido en los Clásicos desde que llegó al Barça en el verano de 2012.
Algo a la sombra de Alves los primeros años, en los que Messi hacía sociedad con el brasileño en la derecha, las marchas de Alves y Neymar y su acercamiento al argentino resultaron claves para aumentar su presencia en el equipo y en los Clásicos.
El gol de Messi en el Bernabéu el día de Sant Jordi de 2017 después del pase decisivo del lateral está ya en el imaginario de estos partidos. Por ser el gol en el tiempo de descuento (2-3) y por la celebración de Messi.
Será interesante comprobar qué inventa Solari mañana. En el último Clásico, Lopetegui tomó la errónea decisión de colocar a Bale por esa zona. Un jugador que dejó de ser lateral
Su socio La ausencia de Messi podría penalizar al lateral de L’Hospitalet
porque no le gustaba defender y que directamente se borró de la persecución al lateral. Como era de esperar, el experimento salió mal. Solari dio descanso a Lucas Vázquez contra el Alavés. Salvo sorpresa, será el gallego quien juegue para intentar frenar las acometidas de Alba y darle, además, guerra en defensa. En la Copa, Promes le puso en apuros mientras al Sevilla le duró la cuerda.
Alba, eso sí, corre el riesgo de no tener a su mejor socio en el campo. La ausencia de Messi dejaría a Valverde sin una de las conexiones más productivas del Barcelona en las últimas temporadas.