Sobre el arte de escoger
Solari reconoció ayer que con la vuelta de todos los lesionados iba a ser más complicado elaborar la lista de convocados y el once para el Camp Nou. El reto para un entrenador es más grande con todo el grupo a disposición y la exposición de su trabajo más fuerte y peligrosa. Cuando un míster tiene más posibilidades de escoger, automáticamente crecen las razones para criticarle a toro pasado. Lo típico: “¿Y por qué jugó éste y no el otro? ¡Yo hubiera apostado por fulanito!”. Entre tantos reproches que los millones de técnicos de fútbol (autoproclamados) que pueblan España, suelen lanzar al que de verdad tiene que tomar decisiones y responsabilizarse de los resultados. Escoger con quien se convive en el día a día es algo difícil para un entrenador, incluso llega a ser doloroso desde un punto de vista humano.
Recuerdo que Zidane me contó un día que le partía el alma tener que dejar, en algunas ocasiones, en la grada a un futbolista como
Kovacic cuando era de los más profesionales que había en Valdebebas. Sin embargo, saber escoger diferencia a los grandes técnicos de los demás y asumirlo, todavía más. Y creo que Solari ya ha demostrado que no le tiembla nunca la mano a la hora de hacerlo y han sido muchas las decisiones tomadas. Dar el poder en la portería blanca a Thibaut
Courtois, sentar en el banquillo a todo un ídolo y a un segundo capitán como Marcelo, relegar a la última fila a un talento como Isco y apostar de verdad por un chaval de 18 años como el brasileño Vinicius son ejemplos más que suficientes para demostrar la valentía y la autoridad del entrenador argentino.