Brizuela, un ciclón en Riga, oposita para el Mundial
Victoria ejemplar y de valores de la Selección en Letonia
Darío Brizuela, de 24 años, ese seguidor declarado del Arsenal, se colgó de una de las canastas del Arena Riga a 52 segundos del final del partido y selló la novena victoria de la España de las Ventanas en la clasificación para el Mundial. Un triunfo ejemplar, una lección de valores porque a la Selección no le iba nada contra Letonia y jugó con una ética impecable. Brizuela, un ciclón tirándose contra la canasta rival, recuerda salvando las distancias al primer Rudy por su valentía para volar sobre el adversario. Le falta, eso sí, finura en el tiro. Su 0/7 en triples no hizo justicia a su tremendo partido, en el que presentó candidatura a jugar el Mundial. Con la participación de Abrines en el aire, se ha abierto una puerta en el puesto de escolta. Jaime Fernández, Brizuela o Pau Ribas van a estar en la pomada hasta el final. Brizuela decidió el pasado verano que este era el año bisagra, el del salto. Ha hecho clic y va para arriba.
Su descomunal partido no esconde otras conclusiones. La primera, la tremenda profesionalidad del equipo técnico en la preparación del partido. Sergio Scariolo y sus ayudantes mantuvieron contacto con los equipos de Euroliga para saber si Smits (Barcelona), Strelnieks y Timma (Olympiacos) llegarían a tiempo al partido. Era fundamental para diseñar un buen plan. El resultado se vio en los dos primeros cuartos. España llegó a tener 19 puntos de ventaja (14-33), en una nueva exhibición defensiva del técnico italiano, que se permitió el lujo de hacer debutar a Carlos Alocén.
Letonia empezó a acercarse peligrosamente, pero esta vez Scariolo se había guardado un comodín de lujo: Quino Colom. Descansado, su contribución en el último cuarto fue determinante. Al partido no le faltó ni la moda de la semana. Con 60-61, el Instant Replay le dio un balón extra de banda a España, que se fue de Riga con una victoria que apreciarán quienes saben todo lo que costó coser esta extravagante, pero finalmente feliz, historia de las Ventanas.