De vuelta a la normalidad con ‘goleada’ al Bayern
La afición del Real Madrid pasó página por la final de Copa
CEl Madrid tumbó al Bayern en el tercer cuarto (71-52) con un Randolph enchufado. Muy bien Llull y Deck. La afición del equipo blanco se centró en el partido: no hubo pancartas alusivas a la final de Copa y solo un cántico aislado que duró unos segundos.
inco días después del fiasco del videoarbitraje copero, de una de las finales más emocionantes, enrevesadas y polémicas de la historia, el WiZink Center, el lugar del crimen, era un remanso de paz. Ni cánticos (solo se escuchó un habitual “y puta la ACB” en el último minuto que duró unos segundos) ni pancartas alusivas, tampoco aficionados en masa pidiendo la salida del Madrid de la ACB. Normalidad, ganas de pasar página, si prefieren. Porque el baloncesto siempre ofrece revancha, y pronto: el próximo viernes toca visita europea al Barça en el homenaje a Navarro.
Desde que acabó la Copa hasta que coja el puente aéreo a Barcelona, pasarán 12 días, en ese tiempo, solo un partido, el de ayer. Los blancos ganaron un clásico de fútbol que da sus primeros pasos en baloncesto (5-1 desde 2014). Vencieron al Bayern y ya están matemáticamente en cuartos. Rozan el factor pista con cuatro triunfos de ventaja sobre el Barça.
El Madrid arrancó entre mohíno y cansado, en un Palacio algo frío, pero empezó arriba (9-4) y cuando el Bayern reaccionó (12-15), Carroll pisaba la cancha. Enchufó cinco puntos y un Deck de nuevo a gran nivel cerró el primer acto con el triple de la garza, en carrera, a una pierna y a tabla. Subía de golpe el volumen de la música, más decibelios todavía tras triples de Taylor y Llull y un 2+1 de Carroll: 31-17. No era el
break definitivo, solo el primero. Los de Radonjic prometían ardor guerrero en la previa y no descartaban nada: ganar, en una palabra. Les dio para un cambio de ritmo agarrados al tronco de Barthel. Por su fortaleza para sacar a su equipo a flote, no me entiendan mal: 40-39 y poco más.
El tercer cuarto sería el de set y partido. Mismo quinteto que de salida y Causeur percutiendo como entonces. Del 46-45 se cabalgó hasta un 71-52. Randolph, la estrella del parcial, puso el broche con un 3+1. En medio, buena defensa y ataque fluido, Tavares imponía y se imponía (buena colección de mates) y Campazzo y Llull (4 de 6 de tres y 7 asistencias) se alternaban al timón. Esta vez el Real no perdió la ventaja, solo amagó. En una grada festiva, hubo algún comentario jocoso cuando Lamonica acudió al
Instant Replay para aclarar una acción rutinaria. La vida sigue y el Madrid está en cuartos de la Euroliga. Su competición más querida ahora.