Galán denuncia que el TAD, Rienda y Lete prevaricaron
Ya pidió destituir a 16 ‘barones’ que apoyaron a Villar
Motivos El CSD exigió dos veces, sin éxito, que se incoaran expedientes
El presidente de la escuela de entrenadores CENAFE, Miguel Ángel Galán, vuelve a la carga. Ayer denunció en los juzgados de instrucción de Plaza de Castilla una presunta prevaricación administrativa de los miembros del Tribunal Administrativo del Deporte, de la presidenta del CSD, María José Rienda, y de su antecesor, José Ramón Lete, tras denunciar en enero de 2018, sin efecto, que 16 presidentes de las Territoriales habían violado la condición de imparcialidad en las últimas elecciones a la RFEF a las que iba a concurrir Villar al apoyarle en una carta. En el caso de Rienda, Galán también ha unido una denuncia por un supuesto delito de desobediencia.
El CSD, con Lete, llegó a admitir en marzo de 2018 esa denuncia y pidió al TAD que incoara expediente a Martínez (Asturias), Peláez (Cantabria), Subies (Cataluña), García Gaona (Ceuta), Escribano (Castilla-La Mancha), Maté (Castilla y León), Rocha (Extremadura), Alonso (La Rioja), Diego Martínez (Melilla), Monje (Murcia), Elustondo (País Vasco), Muñoz (Valencia), Bestard (Baleares), Del Amo (Navarra), Díez (Madrid) y Suárez (Canarias). Los tres presidentes que quedaron fuera fueron Louzán (Galicia), Flé (Aragón) y Herrera (Andalucía).
Sin embargo, el TAD pidió al CSD más información y entonces la denuncia pareció morir ahí. Hasta que Rienda, al poco tiempo de llegar a su cargo, le pidió de nuevo al tribunal, a través de un comunicado el pasado 13 de febrero, que incoara ese expediente que podría acabar con la destitución de los presidentes. Este paso pareció tranquilizar a Galán, pero dio un ultimátum al no fiarse: o antes del 24 de febrero se abría el expediente o pondría la denuncia contra los implicados como ha hecho. Entiende que se han pasado el asunto unos a otros sin intención de solucionarlo, cuando saben que por eso mismo el CSD ya destituyó al propio Villar.
Galán tiene varias rencillas con estos 16 barones. En primer lugar, mantiene con ellos en las diferentes Comunidades la guerra que su centro de formación tiene con la RFEF a nivel nacional a cuenta de los cursos de entrenador (los de CENAFE son académicos y los de la Federación no) y de la Licencia UEFA que la RFEF no concede a sus alumnos en el extranjero. También, porque les pidió a todos, por burofax, que se retractasen públicamente por esa supuesta vulneración de la imparcialidad y no lo han hecho. Además, están enfrentados porque esos presidentes cargaban contra él en la carta de la polémica, por lo que Galán pidió daños y perjuicios por atentar contra su honor.