El retroceso de Guardiola
Tras ganar la Champions (Barça) y llegar a semis con el Bayern, no pasa de cuartos
El llega al momento clave de la temporada con dudas, sin saber bien a qué atenerse. Los malos resultados, dos derrotas y un empate en los últimos cuatro partidos, afectan a la confianza, pero también contribuyen a la inquietud algunas decisiones que afectan al grupo y no terminan de entenderse. Un ejemplo, el segundo máximo goleador de los blancos esta temporada, Rodrygo, jugó este fin de semana con el Castilla. ¿Tan sobrado está el primer equipo de gol? Parece que no. Por otra parte, ¿qué ha pasado con este chico para que haya perdido el sitio que se ganó en noviembre con goles? ¿Le ha pasado algún compañero con su racha goleadora? ¿Dónde está que yo no lo veo? Otra, el francés Mendy le había comido el puesto a Marcelo, pero lleva dos partidos chupando banquillo y no es que el brasileño haya demostrado haber recuperado su nivel de hace años.
Por qué? No cuela la historia de las cuatro tarjetas y la llegada del Barcelona porque lleva tres jornadas advertido y ese ciclo se podría haber gestionado mejor. Valverde, la noticia más fresca en meses, entra en las rotaciones a pesar de su juventud, mientras que otros veteranos, Varane o Sergio Ramos, no necesitan descanso. Evidentemente, el cuerpo técnico tendrá algunas razones y algún plan en la cabeza, pero como Zidane no lo explica nos quedamos sin saber su motivación y sus justificaciones. El caso es que las últimas tres semanas han instalado al equipo en la incertidumbre y, con la lesión de Hazard, aún más. ¿Cuál es el plan ahora que llega lo definitivo?
D esde que levantase la Champions en 2011 ante el Manchester United en Wembley (3-1), Guardiola no ha vuelto a jugar una final de la Copa de Europa. Y eso que ha dirigido al Bayern (se hizo cargo del equipo bávaro tras ganar estos el título en 2013) y al Manchester City.
Hasta el momento, Pep ha dirigido 52 partidos pertenecientes a las tres últimas rondas finales de la Champions (octavos, cuartos y semifinales): ganó 27 (51,93%), empató 13 (25%) y perdió 12 (23,07). El balance por eliminatorias le castiga: de 26 eliminatorias quedó apeado en ocho. Desde que se marchó del Barça, sus números no relucen. Si con los azulgrana sólo perdió tres de los 24 encuentros que dirigió (el 12,5%; ganó 13), tanto con el Bayern como con el City sus cifras son peores: con los germanos, de 18 encuentros de eliminatorias perdió cinco (el 27,78%), siendo dos ante el Madrid de Carlo Ancelotti... y Zidane de segundo (1-0 en Madrid y 0-4 en Múnich). Curiosamente, fueron los mismos encuentros que empató: cinco.
En las tres temporadas que lleva en el City sólo llegó a cuartos en dos ocasiones, siendo eliminado por el Liverpool (en la edición 201718) y por el Tottenham la temporada pasada. En la primera (2016-17), le fulminó el Mónaco de Mbappé en octavos. De los diez encuentros de eliminatorias con los citizen, ha ganado seis (el 60%) y no empató ninguno. Pep se escuda en su filosofía: “No vine para ganarla. Honestamente, vine para jugar como quiero que mi equipo juegue”, dijo en 2019 antes de medirse al Tottenham.
Balance De sus 26 cruces de Champions, en ocho su equipo fue eliminado