Messi llega a su jardín
El argentino mantiene unos registros goleadores descomunales en el Bernabéu, pero no ve puerta ahí desde hace más de dos años
P ocos jugadores ejercen un efecto tan intimidatorio sobre un estadio de fútbol como es el caso de Leo Messi con el Santiago Bernabéu. Motivos no les faltan a los aficionados blancos para temer al argentino que desde que debutó en Chamartín el 9 de noviembre del 2005 ha jugado en territorio comanche 21 partidos
(14 de Liga, uno de Champions, tres de
Copa y tres más de Supercopa de España) en los que ha marcado 15 goles.
Eso arroja un escalofriante promedio de 0,71 goles por partido. Los aficionados blancos tienen toda la razón del mundo cuando aguantan la respiración en el momento que el argentino agarra la bola.
Le costó marcar a Messi en el estadio blanco. En sus tres primeras visitas no vio puerta. El día de su debut jugó como titular volviendo loco a Roberto Carlos jugando como extremo puro con sólo 18 años. No marcó, pero estuvo a punto en varias ocasiones. Ese día la gloria fue para Ronaldinho, que salió ovacionado del Bernabéu.
Las dos veces siguientes en las que visitó Chamartín las cosas fueron bastante peor: derrota por 2-0 y por 4-1 con pasillo incluido. Pero a partir de ahí se despertó la bestia.
La siguiente visita fue el 2-6 en el que Messi marcó dos tantos y Casillas hizo milagros para evitar otros tres más e inauguró una racha de cinco visitas seguidas mojando en Madrid. Pero algo se ha roto en su producción regular de goles en el estadio blanco.
Mala racha. Messi no le marca al Real Madrid desde el seis de mayo de 2018 y en el Bernabéu no lo hace desde el 23 de diciembre de 2017. En total, cinco Clásicos (en uno no jugó por lesión) se han encadenado sin que el argentino haya podido llevar a cabo una de sus costumbres más habituales como es la de perforar la meta blanca.
La sequía no le afecta únicamente en el Bernabéu, en el Camp Nou también se resiste a un Messi que ha jugado 42 partidos contra el Madrid en los que les ha marcado 26 goles. Es el jugador de la historia que más veces ha anotado antes los blancos, pero hace tiempo que su casillero se ha encasquillado.
Llega al Bernabéu en forma después de haber roto la sequía goleadora de tres jornadas que le frenó en distanciarse en el liderato del Pichichi. Messi se pasó tres partidos sin ver puerta y como explicaba Van Basten comparando los goles con el pote de Ketchup (“o no sale nada o cae todo de golpe”) ante el Eibar hace una semana se redimió y anotó cuatro goles que le sirven para poner tierra de por medio con Karim Benzema al que aventaja ahora mismo en 5 goles, suma 18 en 20 partidos, a pesar de haber jugado cuatro partidos menos que el francés.