La expectativa ‘De Tomás’ y la gestión del Atlético
La inconsistencia es el gran mal del Espanyol
El ánimo. La progresión del Atlético no se puede frenar en Cornellà. La endeblez es la cruda costumbre en un Espanyol que apunta a recuperar hoy el 1-4-4-2.
Si el fútbol se reduce a veces a una pura cuestión de dinámicas, no debería haber color en Cornellà. El estado de optimismo desatado en el Atlético no alcanza al Espanyol. Aunque se despidió con dignidad de Europa, el cartel de farolillo rojo le pesa en LaLiga. Preso de su debilidad, sin escudo ni continuidad en el juego, el efecto vitalista de la llegada de Abelardo ha quedado degradado y afronta el tramo final buscándose todavía a sí mismo. El regreso de Raúl de Tomás y el reencuentro con el gol de Calleri han de despertar su hambre ofensiva ante un Atlético que ha reforzado su cordón de seguridad. Se supone que Abelardo volverá a su 1-44-2 en lugar del 1-4-2-3-1 utilizado frente al Sevilla y el Valladolid para recuperar el brío por fuera y llenar mejor el área rival. De Tomás y Calleri son delanteros con un manejo notable para atacar la espalda de los centrales en los envíos desde los costados. Sobre aviso están Savic, Felipe y los laterales, que no pueden perder de vista estas maniobras de los puntas.
El asalto perico.
El crédito de Felipe —casi un 80% de éxito en las disputas— hace confiar a un bloque rojiblanco que tampoco puede omitir el dinamismo de Embarba o las intervenciones en el pasillo interior de Darder. Cada acción de presión descoordinada de Thomas o Saúl abrirá la puerta para las recepciones por dentro de Darder o De Tomás. El actual Marc Roca ni se acerca al del curso pasado, pero su capacidad para enlazar con hombres más adelantados está fuera de toda duda. Asimismo, el Atleti no puede olvidarse de las precauciones defensivas oportunas en el balón parado. La cuenta de goles en la estrategia del conjunto blanquiazul asciende hasta los 10’ —apenas 12 tantos en jugada— y mitiga las diferencias con el resto de equipos de LaLiga en este apartado del juego.
El envío lateral Calleri y De Tomás atacan bien la espalda de los centrales
La buena intención.
Al Atlético le conviene inclinar el encuentro hacia el campo del Espanyol. No se las ingenia el equipo perico para taponar el agujero que tiene (44 goles encajados), castigado por errores individuales de peso e irregularidades colectivas. Cualquier desmarque de ruptura o continuación desde atrás de un adversario provoca el total desconcierto de su estructura. Por su banda derecha sucede de todo y nada bueno para sus intereses (14 goles recibidos). Parece una ocasión propicia para el lucimiento de João Félix o Carrasco ante la controversia lógica por el rendimiento de uno y el fichaje de otro. También sale agraviado el Espanyol cada vez que le toca replegar. Su mal balance se subraya por la ubicación adelantada de los laterales, la presencia de centrocampistas con escasa velocidad y la tendencia tan vertical de su juego que le acarrea demasiadas pérdidas (74 por encuentro). Con pocas balas en la recámara, el Espanyol se encomienda a mejorar a nivel defensivo y a esperar el refuerzo mayúsculo que significa el regreso de Raúl de Tomás. El Atleti no debe darle vida alguna.
Atacar el balance Los de Simeone correrán ante el problemático repliegue local
La banda derecha El conjunto blanquiazul sufre por este costado: 14 goles recibidos