El parón da una tregua a una plantilla fatigada
Gaizka Garitano, beneficiado con el aplazamiento
El Athletic continuó ayer su plan trazado de los entrenamientos con el compás de espera de, al menos, dos semanas antes de iniciarse la competición, en el mejor de los escenarios. El equipo rojiblanco de élite, como en el caso del equipo femenino y del filial de Joseba Etxeberria, son los únicos que se ejercitan estos días en las candadas instalaciones de Lezama.
De cara a la final de Copa, a la plantilla rojiblanca le viene mucho mejor este parón obligado que a la Real Sociedad, que se encontraba en forma y sin cadena, como corroboró en su victoria ante el Eibar a puerta cerrada en Ipurua. Aunque también le sirve para recuperar a su capitán Illarramendi, lesionado precisamente en el derbi de ida en San Mamés. Gaizka
Garitano podrá dosificar estos días a los jugadores más cargados o magullados, como es el caso de Capa y Yuri Berchiche, y que recuperen oxígeno para sus exigidas piernas los Raúl García, Dani García, Muniain, Williams, Yeray o
Iñigo Martínez, con muchos kilómetros acumulados integrando el núcleo duro del técnico de Derio. Todos ellos recuperarán sensaciones para lanzarse en la recta final de la competición doméstica y de la final del Torneo del
KO en La Cartuja, aunque sin fecha definida.
La preparación física exacta se deberá ir pautando conforme se desaten los acontecimientos con el dichoso coronavirus. Por su parte, Asier Villalibre se sigue entrenado con el resto del grupo solventada su lesión en la espalda ante Osasuna, acaecida hace 25 días.
Beñat Etxebarria purga un esguince en su tobillo derecho y Óscar de Marcos sigue trabajando al margen y avanzando en su proceso de recuperación de su tobillo izquierdo, del que fue operado el pasado 15 de diciembre. Ambos serán de la partida en la final de la Copa del Rey ante la Real Sociedad. En la sesión matinal de ayer se entrenaron los cachorros Unai Vencedor, que ya debutara ante Osasuna, y el extremo Jon Morcillo.
Exhaustos Dani García, Raúl García, Capa y Yuri necesitaban descanso inmediato